A todos los dueños de los gatos nos gusta acariciarlos, ya que suele ser una actividad bastante reconfortante tanto para el humano como para el gatito, y si te estás preguntando dónde no hay que acariciar a los michis, aquí te vamos a platicar todo lo que necesitas saber.

Cuando el vínculo entre un gato y un dueño es bastante fuerte, el simple hecho de que el humano acaricie a su mascota, puede ocasionar que se disminuyan los niveles de cortisol, la cual es la hormona relacionada con el estrés, así que por eso acariciar a tu mascota te hace sentir tan relajado.

Y, por otro lado, a los gatos también les suele gustar que sus dueños lo acaricien. La recreación es una de las necesidades básicas de las mascotas y la gran mayoría de michis se sienten estimulados mentalmente al pasar tiempo con sus dueños y al realizar actividades a su lado, por ejemplo, ser acariciados.

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¿Qué partes no acariciar a un gato?

Hay dueños que sólo tienen un gato y también hay dueños que tienen dos gatos o hasta más, y estos últimos pueden corroborar que no existe ningún michito que se comporte de manera igual, por lo que cada uno tiene sus zonas favoritas para ser acariciado y otras que no se le pueden tocar. Generalmente, a la mayoría de los felinos les molesta ser acariciados en el vientre, enfrente de las patitas y al final de la cola, esto debido a que son zonas en las que se sienten muy expuestos.

La clave está en conocer a tu gato, pero hay que ponerle atención a los signos que ellos demuestra si no les gusta que los toquen en esa zona; el más evidente es la huida o apartar el cuerpo rápidamente, pero también podrían mover su cabeza a los lados, parpadear mucho, erizar el pelo, contraer la espalda, aplanar las orejas y hasta morder o dar manotazos para evitar la caricia.

¿Dónde le gustan más a los gatos que le acaricien?

Como ya lo mencionamos, cada gato es diferente, pero generalmente les gusta que los toquen en la base de sus orejitas, cerca de sus mejillas y debajo de la barbilla, ya que ahí se encuentran sus glándulas faciales, y así como ellos realizan acciones que demuestran que no les gusta, también hay algunos indicadores para saber si les gustan las caricias en la zona.

Si un gato ronronea, amasa con sus patitas, mueve suavemente la cola, busca más contacto y tiene las orejas caídas, pero relajadas, entonces lo más probable es que se encuentre disfrutando la caricia que le estás proporcionando.

Pero bueno, ahora ya sabes dónde no acariciar a un gato y cómo descubrir si le están gustando las caricias que le brindas. Esperamos que este artículo te haya sido de mucha utilidad y no olvides seguirnos en Facebook para más información sobre perros, gatos y otras mascotas.