Los gatos tienen fama de querer ocultar sus dolencias para evitar mostrarse vulnerables, pero la observación en el cambio de su comportamiento puede advertirnos de una enfermedad por más silenciosa que sea. Especialistas en la salud animal han señalado la importancia de estar atento a la mascota por una afección que puede conducirlos a la muerte.
Al igual que los humanos, los felinos pueden desarrollar enfermedades como alergias, trastornos intestinales o asma; en algunos casos extremos pueden ser dolencias crónicas graves. Una de ellas es la deficiencia renal, que se desarrolla por un daño prolongado e irreversible en las nefronas, que son unidades existentes en los riñones.
Se debe señalar que la dolencia no tiene cura cuando se presenta en un gato, no obstante, se puede controlar con un tratamiento médico y nutricional estricto, con el cual, la progresión se ralentiza, mejorando la calidad de vida, aliviando los síntomas y retrasando los problemas que pueden llevarlo a la muerte.
Enfermedad que amenaza con quitarle la vida a tu gato
La insuficiencia renal crónica, identificada por las siglas IRC, es una enfermedad progresiva e irreversible que afecta la capacidad de los felinos para filtrar la sangre de los riñones y eliminar las toxinas del cuerpo, mermando la capacidad renal, lo que produce diversos problemas que generan complicaciones en su salud.

Las causas que llevan al padecimiento pueden ser diversas, entre ellas se encuentran: las infecciones bacterianas o parasitarias, ingerir toxinas químicas o en medicamentos, desarrollar cálculos renales, tumores, una deshidratación prolongada, o también defectos renales hereditarios.
Otros factores que pueden contribuir a la enfermedad son la edad, ya que tiene una mayor posibilidad de presentarse después de los 7 años. Entre las razas más propensas se encuentran la persa y el siamés. El riesgo aumenta si se padece diabetes o hipertensión arterial.
Se estima que la afección que los puede llevar a la muerte es la principal de solicitar asistencia médica, la cual afecta aproximadamente a 1 de 3 felinos mayores de 7 años, seguida por el hipertiroidismo y la diabetes mellitus.
¿Cuáles son los síntomas y qué hacer en caso de que tu gato padezca esta enfermedad?
La deficiencia renal en gatos puede ser aguda, causada por infecciones o toxinas, que en limitadas ocasiones resulta reversible. Por otro lado, se encuentra la crónica, que se desarrolla a largo plazo, abarcando meses, incluso años. En ambos casos, es fundamental atender al felino si muestra los siguientes síntomas.
- Pérdida de apetito
- Vómito
- Dolor abdominal
- Incremento es su ingesta de líquido
- Debilidad y cansancio
- Incremento de la orina
- Síntomas neurológicos

Cada gato puede reaccionar diferente a la enfermedad, por ejemplo, en caso de aguda, hay una mayor posibilidad de recuperarse rápidamente, pero si se vuelve crónica, requerirá cuidados constantes a lo largo de su vida, pero será irremediable su muerte.
En conclusión, si tu gato está por llegar a los 7 años o ya los rebasó, presta atención a los cambios de comportamiento y hábitos, si se presenta alguno de los mencionados, no dudes en acudir a un veterinario para una revisión y el subsecuente tratamiento con el fin de evitar un avance más rápido que lleve al felino a la muerte.