En un escenario postapocalíptico donde los humanos desaparecen repentinamente de todo el mundo, surgen las preguntas: ¿podría el perro sobrevivir por sí solo, tras milenios de coevolución con nuestra especie o llegaría su extinción?, ¿estaría preparado para enfrentarse al mundo sin nuestras provisiones y cuidados?

Intrigados por esta cuestión, en el libro “Un mundo de perros” se ha explorado este tema a través de un experimento mental. Tomando como referencia la teoría evolutiva y algunas de las muchas investigaciones sobre el perro en libertad, con estos elementos se sentaron las bases para crear un futuro posthumano para los canes. 

En el que se intentó averiguar qué aspecto tendrían, cómo se alimentarían, reproducirían y criarían, así como la naturaleza de su vida social y las habilidades cognitivas y emocionales que requerirían para desenvolverse efectivamente en un planeta en el que deben contender, cooperar y coexistir con otros animales. El resultado es sorprendente, por ello  a continuación te cuento todos los detalles de las posibles consecuencias de la extinción de la humanidad en la vida de nuestros fieles compañeros de cuatro patas.

La importancia de la existencia del perro

Antes de adentrarnos en el tema que nos concierne, te hablaré un poco acerca de la importancia  de la existencia del perro. Este animal, ha estado estrechamente ligado a la historia de la humanidad. Desde su domesticación hace miles de años, los canes han desempeñado roles fundamentales en la vida de las personas. 

Han sido utilizados como compañeros de caza, rescatistas, animales de trabajo e incluso como terapeutas en programas de asistencia emocional, entre muchas otras cosas. Por lo tanto, su presencia en la vida de muchos seres humanos ha sido crucial para su bienestar emocional y físico, así como la realización de diversas tareas.

Créditos: Canva

¿Qué pasaría con el perro si se extinguiera la humanidad?

Ahora bien, los perros son una de las especies de mamíferos más exitosas del planeta, con alrededor de mil millones de ejemplares distribuidos por todo el mundo. Su capacidad de adaptación les permite habitar en una amplia variedad de entornos, desde hogares y ciudades hasta desiertos, selvas tropicales y altas mesetas tibetanas. 

A pesar de que  la mayoría de las personas en el Reino Unido y Estados Unidos tienden a imaginar a los perros como animales domesticados, la realidad es que solo una minoría vive de esta manera, mientras que entre el 80 % y el 85 % son perros asilvestrados, de pueblo, de calle o de comunidad.

Créditos: Canva

La versatilidad y el oportunismo son características clave de los cánidos, lo que les permite prosperar en diferentes nichos ecológicos. Asimismo, conservan rasgos y comportamientos de sus parientes salvajes, como lobos, coyotes y chacales, con los que aún pueden cruzarse. 

A pesar de que los perros de compañía pueden no ser criados para cultivar estas habilidades, como especie, mantienen la capacidad de buscar comida, cazar, reproducirse, cuidar a sus crías, relacionarse en grupo y protegerse a sí mismos y a sus territorios. Esta adaptabilidad es lo que les permite sobrevivir y adaptarse en un mundo en constante cambio, incluso en un escenario en el que la humanidad se ha extinguido.