Los perros tienen un comportamiento similar a muchos animales al intentar esconder sus dolencias para no verse vulnerables frente a un depredador, lo que dificulta saber cuándo tienen una enfermedad más si es algo como fiebre. Si has notado al lomito actuar diferente o si lo sientes con temperatura, te decimos cómo cerciórate y qué hacer al respecto para cuidar su salud.

Lo primero para determinar si se trata de fiebre es detectar los síntomas que puede tener un perro. Uno de los principales es la pérdida del apetito, una actitud decaída, puede temblar, presentar vomito o tener una cantidad considerable de mucosidad en la nariz, la cual seguramente estará caliente y seca.

Antes de tomarle la temperatura, considera que los humanos y los caninos tenemos un rango diferente. En ellos oscila entre los 38 y 39 grados, a partir de ese rango se le puede considerar fiebre. Al llegar a los 41 grados es una señal de que su salud puede estar en peligro y requerimos la atención de un médico.

Tu perro tiene fiebre, ¿por qué?

Sabemos que es mejor prevenir que lamentar una enfermedad en nuestros amigos y si conocemos las causas habituales que lo enferman y le dan fiebre podemos reducir la probabilidad de verlo con mala salud, sabiendo cómo actuar en determinados casos para disminuir su temperatura, siempre manteniéndolo en observación por si requiere atención médica.

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  • Infecciones: las bacterias, fúngicas y virales pueden causar fiebre en el perro debido a una infección en alguna parte de su cuerpo, con síntomas variables por el lugar de la infección y la causa.
  • Reacción a una vacuna: su cuerpo puede reaccionar de 24 a 48 horas después de una vacuna cuando su sistema inmunológico reacciona a la sustancia.
  • Golpe de calor: las altas temperaturas de un espacio cerrado o la prolongada exposición al clima cálido pueden provocarle un golpe de calor.
  • Envenenamiento: la última causa es la que pone en urgencia su salud por el consumo de una sustancia venenosa que provoca un aumento en la temperatura corporal.

Una vez que conoces las causas que pueden dar fiebre al perro, hay que saber cómo reaccionar al momento y evitar que el problema empeore. Lo principal es acudir a una institución médica para revisar y tratar el padecimiento que lo aqueja, mientras llegas haya algunas acciones que evitarán el aumento de su temperatura hasta un punto crítico.

La primera recomendación es colocar agua fresca alrededor de las orejas y las patas con un paño humedecido, posteriormente humedecer el resto del cuerpo a la par que intentas llevarlo a un sitio cómodo y fresco, de preferencia con corrientes de aire que contribuya a disminuir la fiebre, puede apoyarte de un ventilador.

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Otra solución para ayudarlo es colocar una compresa fría sobre su estómago en la medida que lo permita el perro. Intenta que tome un poco de agua en pequeñas cantidades. Si lo prefiere, colócala en un cuenco para que pueda tomar a su propio ritmo. Lo más importante es que, sin importar la fiebre que tenga o lo preocupado que estés por su salud, no le suministres medicamento para humanos; puede tener consecuencias fatales.

Si tu perro presenta fiebre por una razón desconocida, lo mejor es solicitar apoyo médico para una valoración, reducción de la temperatura corporal, tratamiento y, de ser necesario, intervención médica para asegurar su salud. Conocer las causas y la manera de bajar la calentura ayudará a tu mejor amigo dándote tiempo para estabilizarse antes de llegar con el profesional.