Si has visto a tu perro arrastrar el trasero sobre el suelo o tu alfombra favorita y te preguntas cuál es el significado de esta acción y qué hacer para solucionarlo. Debes saber que es posible que este comportamiento se deba a que sus glándulas anales requieren atención. Aunque puede ser incómodo pensar en esta parte de su anatomía, es importante saber que los problemas en esta zona son bastante comunes en los caninos.
Estos problemas suelen ser la causa de picazón y malestar en nuestras mascotas, lo que puede llevar a comportamientos indeseados. Identificar y tratar adecuadamente esta condición no solo mejorará la calidad de vida de tu perro, sino que también evitará daños a tus pertenencias, como esa querida alfombra.
¿Por qué mi perro arrastra el ano en el suelo?
El trasero de tu perro contiene dos pequeños sacos situados dentro del recto, uno a cada lado de la pared muscular, como explica The Spruce. Estos sacos se llenan gradualmente con secreciones de las glándulas sebáceas, que son las mismas responsables de que el pelo se vuelva graso si no se lava. Estas glándulas están ubicadas en el interior de cada saco y tienen funciones específicas en la salud y comportamiento del animal.
La principal función conocida de las glándulas anales es la comunicación entre lomitos. Cuando se saludan, los caninos huelen estas áreas para obtener información sobre otros peludos. Además, estas glándulas excretan un olor cada vez que tu perro defeca, lo que puede ayudarle a evacuar las heces. En condiciones normales, estas glándulas se vacían adecuadamente cuando tu mascota hace sus necesidades.

Sin embargo, no siempre funcionan correctamente. Cuando las heces son blandas o pequeñas, no generan la presión necesaria para vaciar los sacos anales. Si estos se llenan y causan incomodidad, tu perro puede empezar a arrastrarse por el suelo en un intento de aliviar el picor. Este comportamiento puede indicar que las glándulas están obstruidas.
Los sacos anales obstruidos no solo resultan incómodos para tu mascota, sino que si no se tratan pueden infectarse y desarrollar abscesos que requieren atención veterinaria. Si las glándulas con abscesos se desgarran, podría ser necesaria una cirugía para repararlas, y tu perro podría necesitar analgésicos para facilitar su recuperación.

¿Qué hacer si mi perro tiene comezón en el ano?
Cuando los perros comienzan a tener problemas con sus glándulas anales, puede ser necesario que un humano intervenga para ayudarles. Las glándulas anales obstruidas deben vaciarse manualmente, lo cual puede llevar a cabo un veterinario. Un peluquero canino con la formación adecuada también podría realizar este procedimiento durante el aseo rutinario, pero si notas cualquier signo de problema, es fundamental llevar a tu perro al veterinario.
El proceso de vaciado manual de las glándulas anales generalmente implica la inserción de un dedo protegido con un guante en el recto del perro para localizar la glándula y presionarla suavemente para liberar su contenido. Si las obstrucciones se convierten en un problema habitual, puede ser necesario realizar este vaciado de forma periódica. Aunque hay quienes deciden hacer este procedimiento en casa, lo más recomendable es que un profesional te enseñe cómo hacerlo antes de intentarlo por tu cuenta.

Es importante tener en cuenta que si el perro se asusta o se siente incómodo durante el procedimiento, podría morder o intentar escapar. Además, el factor de incomodidad y asco que puede generar este proceso puede hacer que muchos prefieran dejarlo en manos de profesionales. Así, aseguras el bienestar de tu mascota y evitas situaciones complicadas.
¿Cuáles son los síntomas de un perro con parásitos?
Si después de llevar a tu perro a una revisión médica el veterinario te ha indicado que no existe ningún problema con sus glándulas anales. Otra opción podría ser la presencia de parásitos, algunos síntomas que indican su presencia incluyen pérdida de peso a pesar de un buen apetito, vómitos y diarrea, que pueden ser ocasionales o crónicos. Igualmente, es posible que notes que tu mascota tiene un pelaje opaco o descamado, así como irritación en la piel. Asimismo pueden aparecer lombrices en las heces o alrededor del ano, lo que indica una infestación intestinal.

Otro síntoma a tener en cuenta es el aumento de la picazón y el rascado excesivo, que puede ser causado por parásitos externos como pulgas y garrapatas. En algunos casos, los perros pueden presentar letargo o debilidad general, lo que indica que su salud se está viendo afectada. Si observas alguno de estos síntomas en tu mascota, es crucial llevarlo al veterinario para un diagnóstico adecuado y un tratamiento oportuno.