La salud de nuestros gatos es fundamental, y una de las señales que pueden preocuparnos es la panza inflamada. Si notas que tu michi tiene la barriga hinchada, es crucial entender qué hacer y conocer el significado de este síntoma, ya que puede ser un indicativo de diversas condiciones de salud que requieren atención veterinaria inmediata.

En esta ocasión, abordaremos las posibles causas de la inflamación abdominal en mininos y qué medidas puedes tomar si observas este problema en tu mascota. Pero, antes de iniciar, recuerda que la evaluación profesional siempre será la mejor opción para garantizar el bienestar de tu gato.

¿Qué pasa si un gato tiene la barriga hinchada?

Cuando la barriga de un gato está hinchada y blanda, podría estar sufriendo un derrame abdominal, que puede ser de varias naturalezas: linfa, pus, sangre, trasudado puro o modificado, o exudado. Según Laura García Ortiz, veterinaria especializada en medicina felina, una de las enfermedades asociadas a esta condición es la Peritonitis Infecciosa Felina (PIF). 

La Asociación de Veterinarios Especialistas en Pequeños Animales (AVEPA) de España aclara que la PIF es una enfermedad grave, provocada por un coronavirus felino. Aunque en la mayoría de los casos solo causa diarrea leve que se resuelve por sí sola, hay situaciones más severas que pueden poner en riesgo la vida del michi.

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¿Qué hacer si mi gato tiene la panza inflamada por PIF?

En el contexto de la PIF, Ortiz destaca que la ciencia está avanzando en el desarrollo de ciertos fármacos que están mostrando resultados prometedores en el tratamiento de esta enfermedad, aunque actualmente no tiene cura. Sin embargo, existen varias recomendaciones que puedes seguir si tu michi tiene la barriga hinchada y blanda debido a este padecimiento. Algunas de las medidas a considerar incluyen:

  • Administración de vitaminas.
  • Alimentación rica en proteínas.
  • Enzimas proteolíticas.
  • Fluidoterapia para reponer líquidos.
  • Administración de Interferón omega recombinante felino (FelFN-w) para fortalecer el sistema inmune.
  • Inyecciones de dexametasona en la cavidad abdominal para evitar el derrame.

Además de estas medidas, es fundamental recordar que la consulta con un veterinario es esencial.

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¿Cómo se contagia la PIF con otros gatos?

La PIF es una enfermedad viral que afecta exclusivamente a los gatos y no es contagiosa para los humanos. Sin embargo, sí puede contagiarse entre felinos , principalmente a través de las heces. Por esta razón, es más común en michis que viven en estrecha proximidad o que comparten el mismo hogar y sus cajas de arena. Mantener una buena higiene y controlar el contacto entre las mascotas puede ayudar a reducir el riesgo de contagio.