Uno de los comportamientos más temidos por los tutores de caninos es cuando su mascota empieza a morder a las personas. Aunque es común que los peludos tengan ocasionalmente este comportamiento, las mordeduras agresivas hacia otros pueden ser peligrosas y preocupantes. Si tu perro ha mostrado señales de agresividad a otros, es importante que tomes medidas para evitar que esta conducta se convierta en un problema recurrente.

Las mordeduras no solo pueden causar dolor o daño físico, sino también afectar la relación entre tu perro, otros animales y otras personas, o incluso desencadenar situaciones legales si el ataque es grave. En esta ocasión, te explicaré por qué los caninos muerden, cómo identificar las señales de advertencia y qué pasos tomar para evitar que continúe con esta conducta. Con paciencia y un enfoque adecuado, puedes corregir este comportamiento y garantizar la seguridad de todos.

¿Por qué los perros muerden?

Los perros pueden morder por diversas razones, y no siempre es un signo de agresividad. De hecho, muchos caninos mordisquean por instinto, especialmente cuando son cachorros, ya que lo hacen para explorar su entorno o como parte de un juego. Sin embargo, si un perro muestra una mordida agresiva o se comporta de manera hostil hacia las personas, es crucial intervenir antes de que la situación se agrave.

Algunas de las razones más comunes por las que un peludo puede morder a las personas de manera agresiva incluyen:

  • Miedo o frustración
  • Está a la defensiva
  • Protege a los demás
  • Se siente intimidado
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¿Qué debo hacer para evitar que mi perro muerda?

Prevenir que tu perro muerda a las personas es fundamental para la seguridad tanto de los humanos como del animal. Existen varias estrategias que puedes emplear para evitar que tu mascota desarrolle este comportamiento agresivo, a continuación te cuento algunas de ellas:

  • Detecta las señales desde el principio

Es importante estar atento a las primeras señales de incomodidad o agresividad de tu perro. Si muestra signos de ansiedad, miedo o irritabilidad (como gruñir, enseñar los dientes o tensar el cuerpo), es momento de intervenir antes de que la situación empeore.

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  • Considera usar un bozal

Si sabes que tu perro tiene tendencia a morder, considera el uso de un bozal en situaciones en las que puedas estar en contacto con otras personas o animales. Esta herramienta puede ser una medida temporal que garantice la seguridad de todos mientras trabajas en el comportamiento del canino.

  • Presta mucha atención al comportamiento de tu perro

Observa cómo reacciona tu perro en diferentes situaciones y aprende a reconocer sus límites. Un canino que se siente incómodo o inseguro en ciertos contextos puede necesitar más socialización o entrenamiento.

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  • Nunca dejes a tu perro solo con niños

Los niños pueden no entender las señales de un perro que se siente molesto o amenazado, por lo que generalmente no respetan los limites del animal, incluso pueden llegar a lastimar al canino. Por lo tanto, nunca debes dejar a tu peludo solo con los más pequeños, especialmente si no está completamente entrenado o si muestra comportamientos agresivos.

  • Busca el consejo de un experto

Si el problema persiste o si tu perro tiene una historia de agresividad hacia las personas, lo mejor es buscar el consejo de un adiestrador profesional o un etólogo canino. Estos expertos pueden ayudarte a abordar el comportamiento con técnicas de modificación adecuadas.

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¿Cómo corregir a mi perro cuando es costumbre que muerda a las personas?

Si tu perro ya tiene el hábito de morder a las personas, es fundamental corregir este comportamiento de manera firme pero amorosa. El proceso de corrección puede llevar tiempo y paciencia, pero es posible lograr que tu peludo se comporte de manera adecuada en todo tipo de situaciones. Algunos consejos para lograrlo son:

  • Reentrenamiento constante: Utiliza métodos de refuerzo positivo para recompensar a tu perro cuando actúe de manera tranquila y social. Premiar el buen comportamiento es más efectivo que castigar el mal comportamiento.
  • Socialización gradual: Expón a tu canino a diferentes personas, animales y entornos para ayudarlo a acostumbrarse a nuevas experiencias. La socialización temprana es crucial para evitar que un perro desarrolle miedos o comportamientos agresivos.
  • Entrenamiento en obediencia: Enseñarle comandos básicos como “sentado”, “quieto” o “ven” puede ser muy útil para mantener el control sobre el perro en situaciones de riesgo. Un canino que obedece a su tutor es menos propenso a actuar de manera impulsiva.
  • Evitar el castigo físico: El castigo físico puede aumentar el miedo o la agresión en tu perro. En su lugar, utiliza técnicas de corrección basadas en el refuerzo positivo y la redirección de la atención del canino hacia comportamientos más adecuados.
  • Consultar a un veterinario: En algunos casos, la agresividad puede tener causas médicas subyacentes, como dolor o malestar. Es recomendable que un veterinario evalúe la salud física de tu perro para descartar posibles problemas médicos.