Los perros y los lobos, históricamente, han sido animales que guardan consigo un sinfín de parecidos que los hacen sobresalir de entre los demás animales. Por tal motivo, en los próximos párrafos iremos a contracorriente y, por ende, analizaremos cuáles son las principales diferencias que existen entre los dos.
En este punto dejaremos a un lado el hecho de que los perros son más domésticos y, por ende, cuentan con una mejor relación a diferencia de los lobos, los cuales suelen ser animales silvestres. En ese aspecto, existen diferencias más llamativas que tal vez no conocías y que, por ende, debes saber cuanto antes.
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¿Lo sabías? Estas son las diferencias entre los perros y los lobos
La primera diferencia entre ambos animales es su tamaño, pues si bien este varía muy poco entre cada lobo, entre los perros los mismos cambian sustancialmente debido a sus razas. De igual modo, el hocico de las razas caninas suele ser corto, mientras que los lobos cuentan con uno alargado que les permite ser más “tenebrosos”.
Ambos son carnívoros, por lo que gustan de comer carne; sin embargo, la domesticación de los perros hace que su sistema digestivo esté más completo y, por ende, funcione a una especie de reloj. Una diferencia importante a destacar radica en el pelaje, pues mientras este es más corto en el perro, en el lobo suele tener variaciones más alargadas.
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Los lobos, a diferencia de los perros, no ladran, sino que aúllan y gruñen para demostrar cierto poderío sobre las demás especies. Ambos animales suelen moverse en manada, aunque los lobos cuentan con una estructura social mucho más compleja. Finalmente, estos son más territoriales, por lo que muestran cierta precaución ante eventos o situaciones que desconocen.