Después de una caminata bajo la lluvia, un día en el parque o una tarde de aventuras en el campo, es normal que los perros regresen cubiertos de barro, polvo e incluso con olores desagradables. Sin embargo, estos aromas suelen ser temporales y, generalmente, fáciles de solucionar con un buen baño y un poco de cuidado.
Pero, ¿qué pasa si tu mascota desprende un mal olor persistente sin razón aparente? En esos casos, es posible que haya algo más que la acumulación de suciedad. Existen diversas causas detrás de un aroma desagradable que no siempre están relacionadas con lo que se ve a simple vista. Desde hábitos naturales hasta problemas de salud, hay varias razones que podrían estar afectando a tu perro.
Según la experta en cuidado animal Marta Sarasúa, es importante saber identificar la causa del mal olor y tratarla adecuadamente. Algunas de las razones más comunes detrás de estos aromas indeseados se pueden quitar con los cuidados correctos. A continuación, te presento los factores más habituales y cómo abordarlos de manera efectiva.
¿Por qué huelen mal las mascotas?
Acumulación de suciedad
Los perros, en especial los que disfrutan de estar al aire libre, pueden acumular barro, tierra y residuos de diferentes superficies en su pelaje. Estos elementos pueden intensificar su olor natural, haciendo que tu mascota huela mal. Además, si el lomito no es bañado con regularidad, los residuos pueden quedarse atrapados en su pelaje, lo que potencia aún más el problema.
Frotarse contra materia desagradable
Es común que algunos perros tengan la necesidad instintiva de frotarse contra materiales como heces de otros animales o materia en descomposición. Aunque este comportamiento pueda parecer desagradable para los humanos, es completamente normal en el mundo canino y, a veces, es difícil de evitar. No obstante, esto puede generar un fuerte mal olor, ya que los restos se adhieren al pelaje.
Enfermedades en la piel
El mal olor también puede ser signo de problemas de salud. Enfermedades como la dermatitis, infecciones bacterianas o fúngicas, sarna o problemas endocrinos pueden alterar la piel del perro y generar un olor desagradable. Estas afección pueden estar acompañadas de enrojecimiento, descamación o picazón excesiva, por lo que es esencial prestar atención a estos síntomas.

Mal aliento
El mal olor no siempre proviene del cuerpo del perro, sino que también puede originarse en su boca. La halitosis en los caninos suele ser causada por una acumulación de sarro, enfermedad periodontal o incluso problemas digestivos, hepáticos o renales. Si el aliento desagradable persiste, puede ser una señal de que algo no está funcionando correctamente en su salud bucal.
Otitis
La otitis, una inflamación del canal auditivo, es otra causa común de mal olor en los perros. Esta condición puede ser causada por bacterias, hongos o parásitos, y se acompaña frecuentemente de un aroma fuerte y desagradable. Los caninos con este padecimiento suelen rascarse las orejas y sacudir la cabeza con frecuencia.
Problemas en las glándulas anales
Los perros tienen dos glándulas anales que liberan un líquido con un olor fuerte. Cuando estas glándulas no se vacían correctamente, pueden infectarse y generar un aromas extremadamente desagradable. Si tu mascota comienza a arrastrarse por el suelo o se lame excesivamente en esa área, es posible que necesite atención veterinaria.

Esta es la mejor manera para quitarle el mal olor a tu perrito
Si el mal olor proviene de la acumulación de suciedad, lo más recomendable es bañar a tu perro con un champú específico para caninos. Evita usar productos diseñados para humanos, ya que pueden alterar el pH de su piel y causar irritaciones. Igualmente, asegúrate de secarlo bien después del baño, ya que la humedad atrapada puede generar problemas cutáneos como hongos o dermatitis.
Por otra parte, para evitar que tu mascota se frote contra materia desagradable, es importante entrenarlo con comandos como “no” o “ven”. La obediencia es clave para prevenir este comportamiento, y puedes reforzar el aprendizaje con premios cuando obedezca correctamente.
Ahora bien, si notas que tu perro presenta problemas en la piel, como enrojecimiento, caída de pelo o picazón excesiva, lo mejor es acudir al veterinario. Dependiendo del diagnóstico, el tratamiento puede incluir medicamentos orales, cremas tópicas o incluso baños terapéuticos. Es fundamental tratar las enfermedades dermatológicas con prontitud para evitar complicaciones a largo plazo.

Si el mal olor proviene de la boca de tu mascota, debes cepillarle los dientes con un dentífrico especial para perros. También existen snacks naturales diseñados para ayudar a limpiar la dentadura y refrescar el aliento. Al mismo tiempo, realiza chequeos regulares con el veterinario para prevenir problemas dentales graves.
Finalmente, si tu perro tiene síntomas de otitis, como el mal olor en las orejas o un comportamiento anómalo como sacudirse la cabeza y rascarse las orejas, lo más adecuado es consultar con un veterinario. Lo mismo ocurre si sospechas que hay un problema con sus glándulas anales. Un diagnóstico temprano puede evitar que el problema se agrave y asegurar el bienestar de tu mascota.