Tener una mascota implica una larga lista de cuidados y necesidades que todo dueño debe tener en cuenta. El perro no es excluido de estas normas, pues requieren de gran atención de sus dueños. Un aspecto importante para el mantenimiento de estos animales es el baño, que en ocasiones puede derivar en imprevistos y es vital saber cómo actuar ante estas situaciones. Por ello te contaremos cómo limpiar la pipí de perro en casa, para así garantizar la salud de tu fiel mascota.
¿Qué hacer si tu perro se hace pipí dentro de tu casa?
El primer paso para limpiar pipí de perro en casa es actuar de manera rápida y conseguir algún tipo de papel, algodón o material para remover el líquido. Cabe destacar que no se debe frotar sobre la superficie, en cambio, se debe presionar hasta el momento en que se retire la mayor cantidad de líquido posible.
Una vez hecho esto, se deberá utilizar alguna solución para terminar con el procedimiento de limpieza. Algunas opciones son:
- Bicarbonato de sodio: espolvorea sobre la zona afectada, déjalo reposar durante la noche y retira al día siguiente.
- Vinagre: usa un paño con vinagre sobre el área afectada, luego rocía una mezcla de vinagre, 2 tazas de agua y 2 cucharadas de bicarbonato en la zona.
- Jabón con agua oxigenada: el jabón puede ser líquido o en polvo.
- Limón: se puede verter directamente en la ubicación afectada, consecuentemente se le deja actuar unos minutos para después limpiarlo.
Es vital limpiar la orina de perro ya que puede representar un riesgo para la salud humana. Medicina y Salud Pública señalan la existencia de una bacteria conocida como leptospira en la orina de estos animales que puede provocar enfermedades. Existe un riesgo, aunque no muy probable, de contraer dengue o infecciones hemorrágicas.
¿Cómo entrenar a tu perro para que no se haga pipí en la casa?
Es necesario educar a un perro para prevenir la incidencia en futuras ocasiones. Para lograr esto, se deben establecer rutinas de paseo que le indiquen a tu mascota que hacer del baño implica salir al exterior. Felicitarlo es una parte esencial de este proceso de educación, para así reforzar el hábito.
También se pueden utilizar olores como cítricos para desmotivar que hagan sus necesidades en donde no deben. En caso de que no puedas sacar a tu perro con frecuencia, se debe asignar un área en concreto dentro de la vivienda y/o contar con material de limpieza para proceder adecuadamente.