¿Alguna vez te has visto tentado a comer el alimento de tu mascota, ya sea seco como las croquetas o húmedo como un sobre de comida para perro? ¿Qué ocurriría en tu organismo? ¿Habría algún tipo de descompensación o por el contrario te favorecería? El tipo de comida que se fabrica para los canes tiene el objetivo de resolver necesidades alimenticias que son muy diferentes a las de los seres humanos.
Tal vez por lo distinto que resultan en ocasiones nos crecen unas extrañas ganas de saborear por un momento la comida de nuestro lomito. Algo nos dice que no debemos hacerlo, lo cual atrae aún más nuestra atención. Para los curiosos, aquí va la respuesta a la eterna pregunta: ¿qué pasa si una persona decide comer comida de perro?
En primer lugar debes saber que la respuesta no es tan simple, ya que todo depende de su conservación y no tanto de su composición. Así lo explica Donavyn Coffey en el sitio web de divulgación científica “Live Science”, donde se dio a la tarea de reunir la respuesta de numerosos expertos.
Esto es lo que pasa si comes un sobre de comida para perros
Para empezar, ni se te ocurra probar un sobre de comida para perro, ya que se trata de alimento crudo que con seguridad te provocará algún tipo de malestar. Ahora bien, en cuanto a las croquetas, si son almacenadas adecuadamente, puedes probarlas sin graves consecuencias.
Lamentablemente, la mayoría de los tutores no lo hacen, por lo que antes de decidir comer ese alimento que te tienta deberás asegurarte de que no esté contaminado. Pues, teniendo en cuenta su almacenamiento. Existen patógenos transmitidos por comestibles, como la Salmonella y la E. coli, que pueden estar presentes en la comida para mascotas de la misma forma que en alimentos humanos.

Sin embargo, como mencioné, es común que las personas presten menos atención a la forma de conservar la comida de su mascota, en comparación con la suya. Esto se traduce en un mayor riesgo de contaminación, así lo afirma el miembro de la facultad de biología del Sarah Lawrence College de Nueva York, Beth Ann Ditkoff.
Llegados a este punto te preguntarás, ¿cuál es la forma adecuada de conservación? Al respecto, la Administración de Alimentos y Medicamentos de Estados Unidos sugiere almacenar los alimentos secos y enlatados para mascotas en un lugar fresco y seco, que no superen los 26,6 grados Celsius.

Ahora bien, supongamos que has confirmado que el alimento de tu mascota está libre de contaminantes, ahora debes saber que si decides probarlo debe ser cuestión de una sola vez, ya que el consumo prolongado de este tipo de comida podría generar algunos problemas. Los alimentos para perro incluyen vitamina K, la cual resulta tóxica para los humanos cuando es consumida en grandes cantidades.
Por último, los perros y gatos fabrican su propia vitamina C, por lo que este elemento se deja fuera de algunos alimentos para mascotas. De modo que las croquetas, no aportan los nutrientes necesarios para el organismo de los seres humanos. Así que con el tiempo presentarías desnutrición.