Las moléculas de capsaicina presentes en el chile afectan a nuestros amigos caninos de una manera similar a como ocurre en nosotros. Esta sustancia se une a los receptores en la boca, el esófago, el estómago y los intestinos, lo que le indica al cerebro que algo está “quemándose” en el cuerpo, aunque en realidad no hay un daño real, solo una sensación de ardor y calor, la cual es completamente incómoda para el perro, que no sabe que el dolor pasará pronto, lo que hace que la experiencia sea mucho más angustiante para él.
Si tu perro llega a comer chile por accidente, es importante que sigas algunos consejos para aliviar su malestar y asegurarte de que se recupere rápidamente. Los caninos experimentan la sensación de picante de manera intensa, y aunque la mayoría de las veces no hay un daño serio, es fundamental saber cómo actuar para minimizar su dolor y evitar complicaciones. A continuación, te comparto algunas acciones clave que puedes tomar para ayudar a tu mascota si ingiere picante por accidente.
¿Qué le pasa a un perro si come chile?
En la mayoría de los casos, si tu perro come un chile, no será necesario ir al veterinario, pero sí es importante observar su comportamiento y asegurarte de que no tenga síntomas graves como: malestar estomacal, gases, diarrea o vómitos. Si notas algunos de estos síntomas preocupantes, es recomendable contactar con un especialista lo antes posible.
Asimismo, es crucial tener en cuenta que por ningún motivo debes darle intencionalmente algún tipo de alimento picante a tu peludo, ya que su sistema digestivo no está preparado para manejar sustancias como la capsaicina, por lo que tu mascota puede experimentar una intensa incomodidad.

Qué hacer si tu perro come chile
1. Mantén la calma y observa a tu perro
Lo primero que debes hacer si tu perro come chile es mantener la calma. El dolor y la incomodidad por la capsaicina pueden hacer que tu peludo se sienta muy nervioso, por lo que tu tranquilidad ayudará a que la situación no se agrave. Observa cómo reacciona, si vomita o muestra signos de incomodidad (como salivación excesiva, jadeo o frotarse la cara), asegúrate de que se sienta lo más cómodo posible y evita que ingiera más alimentos que puedan empeorar la situación.

2. Ofrece agua y una dieta suave
El siguiente paso es asegurarte de que tu perro tenga acceso a agua fresca en todo momento, ya que el picante puede hacer que se deshidrate rápidamente. Además, si tu canino está dispuesto a comer algo después de la ingestión del chile, ofrécele una dieta suave y fácil de digerir, como arroz blanco, pechuga de pollo cocida sin condimentos o sus croquetas habituales. Evita darle alimentos ricos en grasas o picantes que puedan irritar más su estómago.

3. Consulta a tu veterinario si los síntomas persisten
Aunque la mayoría de los perros se recuperan de una ingestión accidental de chile sin mayores complicaciones, si los síntomas persisten o empeoran, es importante que contactes a tu veterinario de inmediato. Los vómitos persistentes, la diarrea grave o la falta de apetito pueden ser señales de que la situación es más grave de lo que parece y que tu mascota necesita atención profesional. El experto podrá recomendarte un tratamiento adecuado para calmar su malestar y asegurarse de que se recupere completamente.

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Recuerda que, en situaciones de emergencia, es fundamental actuar rápidamente y contactar a un profesional para que tu perro reciba el tratamiento adecuado y evitar complicaciones. Con estas recomendaciones, podrás ayudar a tu amigo peludo a superar su mal rato tras comer chile y asegurarte de que reciba la atención que necesita.