Los lomitos son parte de nuestra familia y queremos asegurarnos de que estén sanos y felices en todo momento. Sin embargo, a veces pueden meterse en problemas al comer alimentos que no son adecuados para ellos. En esta ocasión, hablaré sobre qué sucede si tu perro come hamburguesa y por qué es importante saber qué alimentos de humano son buenos o malos para tu mascota.

Los perros tienen una alimentación y necesidades dietéticas específicas que difieren de las nuestras. Algunos comestibles que son seguros para los humanos pueden ser tóxicos para los perros si se consumen en grandes cantidades. Por ejemplo, la cebolla y el ajo, comunes en las hamburguesas, pueden ser dañinos para los caninos y provocar problemas gastrointestinales e incluso daño en los glóbulos rojos.

Además, las hamburguesas suelen contener condimentos como la sal y la pimienta, que de igual manera, consumidos en demasía resultan perjudiciales para la salud de tu perro. El exceso de sal causa deshidratación y problemas renales, mientras que la pimienta irrita el estómago de tu mascota.

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Esto es lo que pasa si un perro se come una hamburguesa

Si tu perro come hamburguesa, es posible que experimente síntomas como vómitos, diarrea, letargo y malestar estomacal. Estos signos pueden variar en gravedad dependiendo de la cantidad de carne consumida, de los condimentos presentes en la hamburguesa y de si el canino es alérgico a alguno de los componentes. Es decir que, habrá algunos perros a los que tal vez ingerir este alimento no le cause nada como otros a los si.

Incluso en casos más graves, la carne de hamburguesa puede provocar pancreatitis en los perros, una inflamación del páncreas que es potencialmente mortal. Los síntomas de este padecimiento incluyen dolor abdominal, vómitos persistentes, letargo y falta de apetito. Si sospechas que tu perro está sufriendo de pancreatitis, es importante llevarlo al veterinario de inmediato. 

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Así que, si decides darle hamburguesa a tu perro, no lo hagas cada día ni en grandes cantidades. De preferencia puedes prepararla en casa y así te aseguras de no añadir sal y condimentos, o cualquier otro ingrediente que pueda resultar perjudicial.  

Por último, en caso de duda, siempre es mejor consultar con un veterinario para recibir las recomendaciones adecuadas. Recuerda que la prevención es la mejor manera de mantener a tu mascota sana y feliz.

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