Sumar un gato a la familia es una decisión importante que implica compromiso, tiempo y amor. Este animal a lo largo de los años se ha convertido en una excelente mascota para muchas personas en el mundo. Sin embargo, es esencial conocer que no todas las razas son iguales, pues hay características que los distinguen entre sí y deben considerarse al momento de adoptar.
El gato tonquinés, por ejemplo, es un felino que destaca por su apariencia y su carácter cariñoso. Si estás pensando en añadir a este minino a tu familia o solamente quieres conocer más sobre esta raza, sigue leyendo pues te contaremos todo lo necesario.
¿Cómo es el gato tonquinés y de qué color es?
Los atributos físicos del gato tonquinés son definidos por un tamaño mediano, cuerpo firme, musculoso y bien equilibrado. Tiene una cabeza suavemente redondeada, con orejas anchas y separadas. Sus ojos llaman la atención debido a su coloración que va desde verde a un azul claro.
A diferencia de otros gatos, el tonquinés tiene un pelaje corto, fino y sedoso, con un patrón de color en el que el cuerpo es más claro y las orejas, patas, hocico y cola tienen un tono más oscuro. El color de estos felinos es bastante variado, presentándose en tonos como azul o miel.
¿Cuáles son sus principales características?
El gato tonquinés es el cruce entre dos razas; el siamés y el burmés, por ende presenta parte de sus características físicas y de personalidad. Es curioso, comunicativo y muy sociable. Afortunadamente, disfruta del contacto con las personas, incluso siguiéndolas alrededor de la casa y participando activamente en la vida familiar.
También disfruta mucho de los juegos, tener juguetes interactivos o incluso un compañero es recomendable para evitar que se aburran, especialmente si pasa mucho tiempo solo. Además, puede aprender trucos fácilmente, conviertiendolo en una excelente mascota para hogares con niños o personas que pasen tiempo en casa.
Al igual que muchos otros gatos, el tonquinés disfruta dormir. El tiempo promedio que los felinos llegan a descansar ronda entre 12 a 18 horas, sin embargo, cuando esté despierto puedes esperar que quiera socializar.