Ya es de noche, vas a la habitación de tus hijos y los encuentras profundamente dormidos con una bonita compañía al otro lado del cuarto. La mascota se ha colado mágicamente al cuarto de tus pequeños para dormir con ellos y lo dejas pasar, pero esas noches se repiten y se repiten, llega un momento en el que te cuestionas si esto tiene sus beneficios o sus contras.
Estas cuestiones que rondan en tu cabeza comienzan a surgir cuando la mascota comienza a dormir con tus hijos en la misma cama. Pese a que bajas al animal de esta y hablas con tus hijos sobre el hecho, te preocupa que sean más graves los contras que los beneficios de tener una mascota durmiendo en casa.
Tienes bien asentado que es bueno para tus hijos que convivan con la mascota, ya que los ayuda a entender la importancia que conlleva tener que cuidar de un ser vivo, aunque al principio no lo hagan del todo solos. Además, los beneficios de que los niños tengan una sana convivencia con las mascotas es enorme, pues los ayuda a mejorar sus habilidades emocionales y sociales.
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¿Qué pasa si mi hijo duerme con el perro?
Pero, ¿qué pasa cuando está actitud comienza a repetirse? Todo depende de cómo lo manejen los padres, ya que los niños pueden dormir con su mascota si esta es doméstica, pero hay que tener presente todas las circunstancias como: si la mascota tuvo una ducha reciente, se escapó y quedó lleno de tierra, etc.
Sin embargo, ¿qué pasa cuando tus hijos y tu mascota comparten la misma cama? Surge entre los dos un sentimiento de seguridad durante el comienzo del sueño, se da una estabilidad emocional y hasta surge la responsabilidad de sus cuidados. Incluso los hijos pueden lidiar con el temor a quedarse en la oscuridad. ¡Grandes beneficios para el bienestar de tu hijo!
¿Qué consecuencias trae dormir con tu mascota?
Pero eso no quita otro tema que debe tomar en cuenta: la higiene. Muchos veterinarios y especialistas en el tema aseguran que lo recomendable de esta situación es que la mascota tenga su propio sitio dentro del cuarto donde pueda dormir, para que no se acostumbre a subirse a la cama.
Pese a que la mascota se encuentra limpia y libre de cualquier enfermedad o rastros de parásitos (como pulgas y garrapatas), tocan el suelo con sus patas y está suciedad es la que suben a la cama de tus hijos. Además, el pelo puede quedarse en el colchón y en las sábanas si duerme arriba. Sin duda alguna hay contras que querrás tener en cuenta.
¿Por qué los perros no deben dormir en la cama?
Ahora, tus hijos no son los únicos que se benefician con este momento al llegar la noche, pero si decides que es el momento de que cada quien duerma en su cama, aquí se presenta un momento difícil para tu mascota. Tu perro o tu gato pueden comenzar a padecer problemas de conducta y presentar estrés por separación.
Existen muchas otros beneficios y contras por las que tu perro puede y no puede dormir en la cama contigo o con tus hijos, pero una de las razones por las que no debe hacerlo es por: su falta de vacunas del momento, no sabe ir al baño, se mueve mucho, ronca o babea, tiene gusanos, ácaros o cualquier otro parásito.