¿Cuál es el peor de los momentos que se puede vivir con un felino? Sí, que regrese a casa llena de pulgas o cualquier otra plaga parasitaria. El segundo momento más delicado y difícil de manejar es aquel en el que se le tiene que dar una pastilla, si no sabes cómo hacer esto sin tener que sufrir junto con el gato, aquí podrás descubrirlo.
¿Por qué razón se tendría que dar una pastilla a un gato? Porque fue una receta directa del médico, y pese a que te enseñó cómo hacerlo, no es nada fácil el tomarle de su pequeña boquita, introducir el medicamento y que trague. Pero en el acto estarás lastimando al minino y de paso que te lastime.
Así que sí, solo existen tres formas de darle un medicamento de este calibre: triturarla y camuflar en paté, triturarla y ocultarla en su snack favorito y por último introducirla de manera directa en su boca ya triturada. Es posible que no cueste mucho trabajo dependiendo de la personalidad del minino y que tan quisquilloso sea.
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¿Cómo hacer para que un gato se tome una pastilla?
En las tres situaciones se le tiene que dar la pastilla al gato ya triturada, solo basta usar la astucia, como usar su paté favorito y revolverlo bien todo para evitar concentraciones amargas. También podrás recurrir a su alimento húmedo y verter en el medicamento triturado.
¿Cómo darle una pastilla a un gato si no quiere comer?
Por otro lado, si el gato no quiere comer porque sabe que algo tiene la comida, podrás utilizar una jeringa, una vez que hayas triturado el medicamento lo mezclas con caldo de pollo y esto será lo que probará el minino cuando introduzcas la jeringa sin aguja a su boca.
¿Cómo le doy la pastilla si ningún método funcionó? Necesitarás tomar al gato entre tus manos con firmeza, colocar una almohada entre sus patas para que no pueda utilizarlas contra nada y tomarás firmemente su boca para abrirla. Introducirás las pastillas hasta fondo, colocando los dedos en medio de la boca y la empujarás hasta el fondo.
¿Cómo hacer para que el gato abra la boca?
Si nada funciona, habrá que ser un poco más ortodoxos y necesitarás envolverlo en una toalla sin que esta quede floja o muy justa. Después lo sujetarás con la mano no dominante y lo colocarás entre tu costado y el codo; al mismo tiempo colocarás el índice y pulgar en sus mejillas donde se sienten los músculos maceteros y apretarás suavemente.
En todo momento mantendrás la cabeza del felino levantada y cuando abre la boca, introducirás firmemente la pastilla para evitar que la escupa de nuevo. Sabemos lo complicado que puede ser, así que siempre puedes acudir al veterinario de nuevo para que se la dé por ti.
Si ya tienes un truco especial para cómo dar una pastilla al gato sin que sufra, no dudes en compartirlo. Para más información sobre el bienestar y cuidado de este lomito, revisa lo que tenemos disponible en Facebook.