El estado de ánimo de un perro puede verse influenciado por factores internos y externos que disminuyen los niveles de energía, se le ve apagado y con cierto letargo que pueden indicar depresión. Antes de sacar conclusiones, debes conocer los síntomas que tiene un perrito deprimido y cómo puedes ayudarlo.

Lo primero que debemos hacer es llevarlo al veterinario, donde será valorado por un especialista, quien determinará si su bajo estado de ánimo es producido por una enfermedad, una infección parasitaria o si su estado de salud está en óptimas condiciones. En ese caso, debemos revisar el entorno para encontrar el factor estresante.

Las causas que pueden provocar depresión en una mascota son diversas, pero especialistas en comportamiento canino han señalado las más comunes como la llegada o la partida de un miembro del hogar, la adopción de un animal, castigos ejercidos por los tutores, eventos traumatizantes en el interior o exterior y la poca atención o soledad.

Las señales que tu perro está deprimido

Cabe señalar que cada perro puede actuar diferente a los estímulos, influenciados por su personalidad o las experiencias recolectadas a lo largo de su vida, pero en general, pueden manifestar por lo menos uno de estos síntomas:

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  • Apatía: el perro se mostrará desanimado ante las actividades que solía disfrutar, como jugar con sus tutores, salir a pasear, interactuar con niños u otros animales.
  • Baja energía: es mayor el porcentaje de canino que afrontan la depresión con más horas de sueño al pasar el día durmiendo, aunque no estén cansados.
  • Cambios de apetito: el cambio en la ingesta de alimento se hará evidente, hay caninos que rechazan la comida por falta de apetito y otros que duplican la ración de alimento consumida.
  • Autolesiones: con la depresión, los animales pueden atentar contra su salud voluntaria o involuntariamente al presentar comportamientos como un lamido excesivo o morderse hasta causarse daño.
  • Comportamientos ansiosos:  el perro va a mostrar cambios de conducta repentinos y en ocasiones erráticos, principalmente se le notaba inquieto, ansioso y puede volverse agresivo sin ningún motivo.
  • Aislamiento: un canino que se siente mal intenta limitar el contacto con la familia al esconderse debajo de los muebles o permanecer en lugares oscuros, evitando todo contacto con las personas y otros animales.

Al observar a tu mascota, podrías encontrar otros síntomas como llantos, gemidos, pérdida de pelaje, cambios en el peso o desarrollar problemas físicos como diarrea, vómito o malestares en la piel.

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¿Cómo ayudar a un perro deprimido?

Al observar uno o más de estos síntomas y descartar algún problema de salud adyacente con valoración médica, lo siguiente es cambiar los hábitos del hogar y la interacción con el perro para fomentar la estimulación, activarlo y conducirlo con paciencia a su recuperación.

  • Aumenta el tiempo de los paseos.
  • Genera interacción mediante juegos, entrenamiento y otras actividades.
  • Aumenta el tiempo que pasas con él sin importar la actividad.
  • Reduce el tiempo que está solo en casa.

En caso de no mostrar mejoría, un experto de la salud podría recetar fármacos como antidepresivos o ansiolíticos. Recuerda que esta debe ser tu última opción y debe ser bajo diagnóstico y tratamiento médico. No le brindes nada que no sea recetado por un veterinario.

Si tu perro padece depresión, debes de ayudarlo poco a poco, en ningún momento forzarlo a realizar actividades. Mejor busca un estímulo positivo como juguetes que le gusten o snacks que disfrute. Recuerda que para que mejore debe ser con una pisada a la vez.