¿Conoces el término oniquectomía? Tania Díaz Hernández, académica de la Facultad de Medicina Veterinaria y Zootecnia (FMVZ) de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), lo define como la amputación de las uñas de un gato, la cual se realiza al extraer la primera falange de los dedos. Esta intervención quirúrgica tiene el objetivo de que estas estructuras anatómicas no vuelvan a crecer, pero es importante señalar que puede acarrear diversas complicaciones para la salud del animal.
La creciente popularidad de esta práctica entre los tutores de gato ha generado preocupación entre los expertos en salud animal. La oniquectomía no solo implica una mutilación física, sino que también puede tener repercusiones en el comportamiento y bienestar general del felino.
Si te preguntas cómo puede afectar esta práctica a tu felino, te invito a continuar leyendo, porque en esta ocasión, exploraré en profundidad las implicaciones de la oniquectomía y te ofreceré información valiosa para que tomes decisiones más conscientes sobre el cuidado de tu gato.
La razón por la que es malo cortarle las uñas a un gato
Los gatos que se someten a la desungulación enfrentan serias consecuencias, como un aumento en la frecuencia de mordeduras, especialmente en comparación con aquellos que conservan esta parte de su cuerpo. Esta reacción puede desencadenar complicaciones que van más allá de un simple rasguño.
Asimismo, la amputación de las uñas no solo afecta su comportamiento, sino que también altera su forma de moverse y puede generar problemas físicos significativos. Al caminar, los felinos se apoyan principalmente en los dedos y no en la planta de las patas. Por lo tanto, la eliminación de la falange dificulta su movilidad y, con el tiempo, puede provocar dolor articular severo.

Los gatos que han pasado por este procedimiento también pueden experimentar dolor en las muñecas, codos y hombros, lo que les hace incómodo utilizar el arenero. Esto puede llevarlos a defecar en lugares inapropiados y a desarrollar comportamientos más agresivos.
Es crucial entender que las consecuencias de una oniquectomía son mucho más graves que los rasguños en los muebles. Por esta razón, esta cirugía debería considerarse únicamente en situaciones muy específicas, como cuando hay un tumor presente en la zona. Es fundamental priorizar el bienestar del gato y explorar otras opciones antes de tomar una decisión tan drástica.

Entre las alternativas a la desungulación, es común que sea necesario recortar las uñas de los gatos, especialmente aquellos jóvenes que viven en interiores y no desgastan sus uñas como los que tienen acceso al exterior. La recomendación es eliminar sólo las capas muertas, utilizando la técnica adecuada para evitar lastimar la parte vascularizada y prevenir sangrados.
Lo ideal es acudir a un especialista para realizar este procedimiento y acostumbrar a los gatos desde pequeños a esta práctica, ya que se volverá más difícil si se intenta hacer cuando son adultos. Además, no se recomienda hacerlo en felinos mayores, pues ya no representan ningún riesgo debido a que tienden a moverse menos y no pueden estirarse ni rasguñar con fuerza.