Se ha comentado ampliamente que los mininos pueden experimentar cambios en su comportamiento cuando una mujer está en estado de gestación, lo que ha suscitado la creencia de que estos felinos tienen la capacidad de percibir el embarazo. Esta idea proviene de la observación de cómo un gato interactúa con sus tutores y cómo responde a las variaciones en su entorno. 

Para entender mejor esta situación, es importante considerar la sensibilidad innata que poseen los mininos. Estos animales son muy perceptivos a cambios en el ambiente, lo que incluye variaciones en el comportamiento y las emociones de las personas que los rodean. A medida que una mujer atraviesa el embarazo, su cuerpo experimenta numerosos cambios hormonales y físicos, lo que puede influir en la forma en que un gato se comporta. 

¿Te interesa saber más al respecto? Entonces te invito a continuar leyendo para que no te pierdas ningún detalle de esta curiosa cuestión, porque en las siguientes líneas te contaré lo que Marta Sarasúa, etóloga especialista en modificación de conducta dijo sobre este tema en una entrevista para La Nación.

¿Cómo actúa un gato con una mujer embarazada?

De acuerdo con la experta, los gatos tienen una notable capacidad para detectar cambios en su entorno, lo que incluye variaciones hormonales y de temperatura que pueden indicar que una mujer está esperando un bebé. Esta habilidad se debe a sus sentidos extraordinariamente agudos, especialmente el olfato. 

Los felinos son capaces de percibir cambios químicos en las personas, lo cual es particularmente evidente durante el embarazo. La especialista explica que, el cuerpo de la mujer experimenta “fluctuaciones hormonales significativas”, lo que genera olores que los gatos pueden detectar con facilidad.

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De hecho, esta percepción podría manifestarse incluso antes de que la mujer se dé cuenta de su estado. Los mininos pueden comenzar a mostrar comportamientos inusuales, como volverse más cariñosos o protectores. Esta conexión temprana entre la mascota y su tutora puede ser un indicativo de que el gato está consciente de los cambios que están ocurriendo en su entorno.

Además de los cambios hormonales, los felinos también son sensibles a las variaciones en la temperatura corporal. Durante el embarazo, la temperatura basal de una mujer tiende a ser ligeramente más alta debido al aumento del flujo sanguíneo. Los gatos pueden notar esta diferencia y reaccionar ante ella, lo que también contribuye a su comportamiento alterado.

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Ahora bien, la forma en que un gato reacciona durante esta etapa depende en gran medida de su personalidad y de la relación que tenga con su tutora. Algunos mininos se vuelven más cariñosos y buscan contacto físico, mostrando signos de afecto como ronroneos y amasamiento. Por otro lado, hay felinos que pueden volverse más distantes o ansiosos debido al estrés o la incomodidad provocados por los cambios en su entorno.

Finalmente, en los días previos al parto, es común que los mininos muestren signos de nerviosismo o agitación. Aunque no pueden prever el nacimiento como lo haría un ser humano, la llegada de un nuevo bebé puede representar un cambio significativo para ellos. Por esta razón, es fundamental preparar al gato para esta transición con anticipación, asegurándose de que se sienta seguro y cómodo en su hogar mientras se adapta a la nueva dinámica familiar.