Cuando se trata de comer, nadie supera el hambre de los perros que disfrutan gozosos de su alimento y, si no se los racionamos, seguramente comerían hasta vomitar, especialmente las razas grandes. Justamente por eso llama tanto la atención cuando se acerca a su plato, se le nota decaído y prefiere alejarse a probar un bocado, lo que puede tornarse en una situación preocupante para su salud.
Las alarmas de los tutores se encienden al notar un rechazo casi automático de los perros hacia su plato, pueden olerlo un momento, incluso probarlo, pero prefieren pasar de él y quedarse con hambre. Desgraciadamente, este comportamiento no tiene solo una respuesta y puede ir de algo tan simple como aburrimiento a un problema que ponga en riesgo su salud, causas que exploraremos en esta nota.
Puede ser obvio cuando un perro está decaído y no quiere comer, pero ¿sabes qué cantidad de alimento debe ingerir normalmente? Los expertos indican que varía por el tamaño, por ejemplo, uno chico de 2 a 3 kilos debe comer entre 50 a 90 gramos, mientras uno de raza mediana que va de los 10 a los 20 kilos oscila su alimentación entre 190 a 310 gramos diarios. Si está por debajo del índice, puede tener principios de los siguientes problemas.
Esto debes hacer si tu perro no quiere comer
Lo primero que debemos hacer como tutores es observar las acciones de nuestra mascota en busca de indicios que nos muestran por qué está decaída. Una de las causas principales es que no le gusta o está cansado de la comida. Imagínate comer lo mismo cada día por años, terminas harto. Considera los hechos pasados como otro factor si lo ves decaído, algunos interrumpen sus ciclos de alimentación por situaciones de estrés como mudanzas, viajes o cambios en la casa.

Las heridas dificultan las ganas del perro, incluso para comer. Revisa si no tiene algún golpe, herida o fractura que no hayas notado; el dolor puede quitarle el hambre. Los especialistas señalan las patologías como una razón principal para la falta de apetito, como malestares físicos o estomacales. Puede ser algo tan simple como una inflamación o algo complicado como una enfermedad sistémica.
Algunos pueden dejar de comer por las molestias que sienten con parásitos externos como pulgas, garrapatas o internos como las lombrices. Otro factor es la esterilización de tu mascota, ya que al entrar en celo se le ve ansioso y pierde parcial o totalmente el apetito. Sin ser menos importante, la vejez afecta su estilo de vida con achaques y cansancio, lo que dificulta su ingesta.
Una vez que conocemos las causas del porqué está decaído y sin hambre, podemos intentar ayudarlo con acciones simples. Es importante no suministrar medicamento, mucho menos es dirigido para humanos, solo conseguirás que su salud empeore. Lo mejor que puede hacer cuando un perro no quiere comer es concretar una cita con el veterinario; no hay mejor solución a corto plazo. El especialista podrá determinar con pruebas y estudios la afección que lo tiene mal y ofrecer un tratamiento.

En resumen, si tu perro no quiere comer y se le ve decaído, observa y anota sus comportamientos para ayudar al veterinario con algunos puntos que faciliten la detección del problema así suministrar el tratamiento o las indicaciones necesarias para que recupere su salud y se le vea nuevamente activo con su gran apetito.