Uno de los problemas más comunes que sufren los tutores de un gato es que su mascota no usa el arenero. A menudo, algunas personas pueden interpretar este comportamiento como una “venganza” por dejarlo mucho tiempo solo o piensan que a su felino no le importa dónde evacuar porque hace lo que quiere. Sin embargo, es fundamental entender que los mininos, por instinto, saben utilizar la caja de arena, por lo tanto, si no la utilizan, es porque algo no está bien.

Existen varias causas que podrían generar que tu felino haga sus necesidades fuera del arenero. Desde la ubicación y limpieza del mismo hasta problemas de salud o cambios en su entorno, es crucial identificar la raíz del problema para solucionarlo. A continuación, exploraremos las posibles razones por las que tu gato podría estar evitando su caja de arena.

Mi gato no usa el arenero, ¿qué está pasando?

Mala asociación

Si durante el aprendizaje de usar el arenero se le regaña por hacerse fuera de él, tu gato puede asociar la caja con algo negativo, lo que lo llevará a evitarlo. Asimismo, si experimenta dolor al ir al baño debido a una enfermedad, empezará a evitarla.

Mala ubicación del arenero

Muchos felinos valoran la privacidad. Si el arenero está en un lugar muy transitado o ruidoso, es probable que tu gato prefiera no usarlo. Es recomendable ubicarlo en un área tranquila, alejada de los lugares donde comen o duermen.

Cambios de rutina

Situaciones estresantes, como mudanzas o la llegada de un nuevo animal, pueden afectar el comportamiento de tu gato. El estrés puede llevar a que evite el arenero, haciendo que busque otros lugares para hacer sus necesidades.

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Número de areneros

Si tienes más de un gato, es esencial contar con un arenero por cada uno, más uno extra. Por ejemplo, si tienes tres gatos, deberías tener cuatro areneros. Esto les da a todos un espacio adecuado y evita conflictos.

Problemas de salud

Diversas condiciones de salud, como dolores articulares en gatos senior, obesidad o problemas renales y digestivos, pueden hacer que un gato evite el arenero. Si notas signos de dolor o cambios en su comportamiento, es recomendable consultar a un veterinario.

Falta de higiene

A los gatos les gusta la limpieza. Si el arenero no se limpia con regularidad, es probable que tu felino deje de usarlo. Es fundamental mantener la caja limpia, idealmente limpiándola al menos dos veces al día.

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Acechamiento

En hogares con múltiples gatos, puede haber problemas de dominancia donde un felino acecha a otro, impidiéndole el acceso al arenero. Si observas este comportamiento, es importante buscar la ayuda de un veterinario especializado en comportamiento animal.

Problemas con el arenero

Un arenero que es demasiado pequeño o alto para tu gato puede resultar incómodo, llevándolo a evitarlo. Asegúrate de que la caja sea adecuada para su tamaño y necesidades.

Tipo de arena

La textura y el olor de la arena pueden no ser agradables para tu gato, lo que puede llevarlo a rechazar el arenero. Generalmente, las arenas de arcilla son las más aceptadas, así que considera cambiar la arena si crees que es un problema.

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¿Cómo hacer que mi gato vuelva a usar la caja de arena?

Para que tu gato vuelva a usar el arenero, es fundamental evaluar y corregir cualquier problema potencial. Comienza por asegurarte de que la caja esté limpia y en un lugar tranquilo. Si el problema persiste, intenta cambiar el tipo de arena, ya que la textura y el olor pueden influir en su decisión. 

Proporcionar un entorno seguro y libre de estrés también es clave; asegúrate de que tu gato tenga suficiente espacio y que no haya conflictos con otros animales. Además, puedes recompensarlo cuando lo veas usar el arenero, creando una asociación positiva. Si tu mascota sigue sin usarlo, consulta a un veterinario para descartar problemas de salud y obtener consejos específicos para su situación.

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¿Cómo evitar que mi gato se haga popó en todas partes?

Para evitar que tu gato se haga popó fuera del arenero, es importante establecer una rutina y un ambiente adecuado, para lograrlo sigue los consejos que te proporcione en los párrafos anteriores. Si esto no funciona también puedes preparar una mezcla de vinagre y agua en partes iguales. Luego rocía esta fórmula en las zonas donde tu felino suele evacuar. Estos peludos no soportan el olor a vinagre por lo que ni siquiera intentarán acercarse.

Si el problema persiste, puede ser necesario buscar ayuda profesional. Un veterinario especializado en comportamiento animal puede ofrecerte estrategias específicas y ayudarte a identificar cualquier problema subyacente que pueda estar contribuyendo al comportamiento de tu gato.