Adoptar un felino es una experiencia maravillosa, pero si eres alérgico a ellos, puede parecer un desafío. Las personas con alergias a los gatos pueden experimentar una serie de síntomas molestos que hacen que convivir con uno de estos peludos sea un reto. Sin embargo, tener un minino siendo alérgico no es imposible, solo requiere tomar ciertas precauciones y adaptarse a un nuevo estilo de vida.
Si estás considerando adoptar un gato a pesar de ser alérgico, estas en el lugar indicado, en las siguientes líneas te ofrezco algunos consejos prácticos para convivir con un felino a pesar de padecer esa condición y cómo adaptarte a las necesidades de tu mascota, al mismo tiempo que proteges tu salud. De este modo, podrás lograr una convivencia feliz y saludable con tu minino.
Pero antes de pasar al tema principal debes saber que en realidad, no es el pelo del minino lo que causa la alergia, sino una proteína llamada FelD1, que se encuentra en la saliva, la orina, las heces y las glándulas sebáceas de estos animales. Cuando los gatos se acicalan, esta proteína se transfiere a su pelaje y se esparce por el aire al desprenderse el pelo.
Así puedes convivir con un gato si eres alérgico
Adopta un gato de pelo corto
Es recomendable que las personas alérgicas consideren adoptar un felino de pelo corto. ¿Por qué? Los gatos de pelo largo suelen perder más pelo y esto puede dispersar más fácilmente la proteína FelD1, la principal causa de la alergia. Es decir que, los mininos de pelo corto generan menos pelo, lo que significa menos alérgenos flotando por el aire.
Cepilla a tu gato regularmente
Cepillar a tu gato una vez a la semana puede ayudar a eliminar el pelo suelto y las células de la piel muerta, reduciendo la cantidad de alérgenos en el ambiente. Si eres muy sensible, podrías considerar usar una mascarilla durante el cepillado para evitar la inhalación de los alérgenos. Además, el baño ocasional (con productos recomendados para gatos) puede ayudar a reducir la cantidad de alérgenos en su pelaje.

Designa zonas sin gatos
Una estrategia clave para los alérgicos es crear áreas donde tu minino no pueda acceder. Por ejemplo, puedes mantener la habitación donde duermes como un “refugio” libre de gatos. Así tendrás un lugar seguro para descansar en caso de que tengas un ataque de alergia o simplemente necesites un respiro.
Usa un purificador de aire
Los purificadores de aire son una excelente inversión en hogares con gatos y personas alérgicas. Un buen purificador puede ayudar a filtrar las partículas de polvo y los alérgenos, evitando que los mismos se esparzan por todo el hogar. Asegúrate de que el purificador tenga un filtro HEPA, que es eficaz para eliminar partículas microscópicas de alérgenos en el aire.

Mantén tu hogar limpio
La limpieza regular es esencial para reducir la exposición a los alérgenos. Aspira con frecuencia, especialmente los muebles, alfombras y cortinas donde el pelo y las células muertas de la piel del gato se acumulan. Si eres alérgico, es recomendable evitar tener alfombras y moquetas, ya que estas superficies atrapan más polvo y pelos de felino. Utiliza aspiradoras con filtros HEPA que están diseñadas para capturar alérgenos de manera más efectiva.
Consulta con un médico especialista
Si tienes dudas sobre tus alergias o si no estás seguro de si los síntomas que experimentas son causados por los gatos, lo mejor es acudir a un médico especializado. Un diagnóstico adecuado puede ayudarte a determinar qué tipo de tratamiento o medicación puedes tomar para manejar esta condición. Existen medicamentos como antihistamínicos y aerosoles nasales que pueden ayudarte a aliviar los síntomas.

¿Cómo sé si soy alérgico a un gato?
Las alergias a los gatos pueden presentarse de diversas formas, y es importante saber identificar los síntomas para buscar el tratamiento adecuado. Algunas señales comunes de que eres alérgico a los felinos incluyen:
- Urticaria en la piel: Picazón o enrojecimiento en la piel tras el contacto con el gato o estar en una habitación donde ha estado.
- Rinitis alérgica: Estornudos frecuentes, secreción nasal o congestión nasal al estar cerca
- Conjuntivitis: Ojos rojos, llorosos y picazón ocular al estar en contacto con el gato.
- Síntomas asmáticos: Dificultad para respirar, sibilancias, tos o presión en el pecho al inhalar los alérgenos del gato.
La mejor forma de confirmar si eres alérgico a los gatos es a través de pruebas cutáneas de alergia, realizadas por un dermatólogo o alergólogo. Estas pruebas permiten determinar la sensibilidad a diferentes alérgenos, incluida la proteína FelD1, y te ayudarán a saber cómo manejar la situación.

¿Qué necesito para adoptar a un gato por primera vez?
Adoptar un gato por primera vez puede ser una experiencia emocionante y enriquecedora, pero requiere preparación y compromiso. Algunos aspectos que debes tener listos antes de la llegada del nuevo miembro de la familia son:
- Espacio adecuado: Procura tener un lugar seguro y tranquilo donde tu gato pueda adaptarse. Un rincón con una cama cómoda y algunos juguetes es ideal.
- Comida y agua: Compra comida de buena calidad, adecuada para la edad y necesidades de tu gato. No olvides un plato para el agua fresca.
- Caja de arena: Necesitarás una caja de arena y arena adecuada. Colócala en un lugar accesible y tranquilo.
- Rascador: Los gatos necesitan rascar para mantener sus uñas saludables y marcar su territorio. Un rascador les ayudará a evitar que arañen tus muebles.

- Juguetes: Los gatos son curiosos y juguetones, así que ten algunos juguetes para mantenerlos entretenidos.
- Veterinario: Busca un veterinario cercano para chequeos regulares y vacunaciones. También es bueno tener un plan para la esterilización o castración si no está hecho.
- Identificación: Considera ponerle un collar con una etiqueta que tenga tu información de contacto, o mejor aún, un microchip.
- Seguridad en el hogar: Revisa que tu hogar sea seguro, evitando cables sueltos, plantas tóxicas y cualquier cosa que pueda representar un peligro para el animal.
- Tiempo y paciencia: Adoptar un gato es un compromiso a largo plazo, por lo que es fundamental que estés preparado para dedicarle tiempo y atención.