Es común escuchar que el chocolate es extremadamente venenoso para los lomitos, y aunque esta afirmación no está completamente equivocada, es importante entender los matices. Si bien es cierto que este alimento puede ser muy perjudicial para los caninos, la gravedad del riesgo depende de varios factores, como la cantidad ingerida y el tamaño del perro.
El chocolate contiene un componente llamado teobromina, que es tóxico para los perros, pues estos animales metabolizan este componente de una forma bastante lenta, en comparación con los humanos, lo que permite que esta sustancia se acumule en su sistema y alcance niveles peligrosos.
No obstante, es cierto que no todos los casos de ingestión de chocolate resultan en un envenenamiento grave, aunque siempre es mejor errar de cauteloso. Si tu perro ha ingerido este comestible y te preguntas ¿qué le puedo dar para evitar una intoxicación? A continuación, te explico cómo actuar en este caso.
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¿Qué hacer si mi perro come chocolate?
Si tu perro ha comido una pequeña cantidad de chocolate, como una chocolatina o un trozo pequeño de una tableta, generalmente no es necesario entrar en pánico. En la mayoría de los casos, la cantidad de teobromina no será suficiente como para causar daño grave, especialmente si se trata de un lomito de tamaño grande.
Sin embargo, si tu perro es pequeño o ha consumido una gran cantidad de chocolate, como una caja de bombones, debes llevarlo al veterinario inmediatamente. Los caninos pequeños son más vulnerables a los efectos tóxicos de la teobromina debido a su tamaño y capacidad limitada para metabolizarla.

¿Cuál es la dosis letal de chocolate en perros?
En primer lugar, la dosis letal de chocolate varía dependiendo del tamaño del perro y el tipo de chocolate que ha ingerido. El negro o amargo contiene una mayor cantidad de teobromina, por lo que incluso una pequeña cantidad puede ser peligrosa. Por ejemplo, solo 25 gramos de chocolate negro pueden ser suficientes para envenenar a un lomito de 20 kilogramos.

Lo mismo ocurre con el cacao y el chocolate para cocinar, pues al igual que el tipo de chocolate anterior estos tienen los niveles más altos de teobromina, por lo que son los más peligrosos para los caninos. Por lo tanto, si sospechas que tu perro ha comido alguno de ellos, es mejor ser cauteloso y consultar con un veterinario, incluso si la cantidad parece pequeña. En cambio, el chocolate con leche y el chocolate blanco tienen niveles mucho más bajos de teobromina y son menos tóxicos, aunque no por ello dejan de ser perjudiciales al ser consumidos en grandes cantidades.