Los perros de servicio son entrenados para ayudar a las personas con discapacidad visual, brindándoles un apoyo para transitar por la calle y lugares, evadiendo obstáculos y manteniéndolos seguros. El problema surge con la poca conciencia que se tiene hacia los animales y las acciones que ejercen algunas personas que desconocen su labor. Si no estás enterado o quieres remarcarlos, te compartimos 3 cosas que nunca debes hacerle a un canino guía.

El apoyo que ofrecen los canes entrenados a las personas no los salva de sufrir discriminación por personas que desconocen su función y los ven como otra mascota más. Este desconocimiento ha causado problemas en plazas comerciales, instituciones, comercios e incluso el aeropuerto, aun cuando cuente con sus documentos y chip en regla. En algunos casos se han logrado acuerdos por ambas partes para proceder, pero a veces no es tan sencillo. 

Este mismo desconocimiento se puede suscitar entre la población en general que no están informados del b que los perros brindan a las personas con necesidades especiales y consideran a los peludos como mascotas y no como trabajadores que cuidan a una persona, normalmente uniformados con un chaleco que los identifica y un posible cartel que advierte no tocarlos por estar trabajando.

Estas son las cosas que debes evitar con un perro guía

El tema de la discriminación en los lugares puede causar conflictos, pero distraer al canino puede conducir a un accidente. Para evitar poner en riesgo a una persona con discapacidad visual y respetar el trabajo de apoyo que desempeña el perro, hay 3 cosas que debes evitar hacer si ves a uno.

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  • No lo distraigas

Los perros guía están entrenados como los ojos de las personas para evadir obstáculos y llevarlos seguros a donde quiera que vayan, pero el adiestramiento no les quita su parte afectiva que responde a los estímulos amorosos como acariciarlos o llamarlos. Por pequeña que parezca, es una distracción que obstaculiza el trabajo y conduce a la persona apoyada a la incertidumbre de no saber si algo bloquea el paso o hay un peligro enfrente.

Al darse cuenta de que el lomito ha sido distraído, normalmente se les regaña a ellos con un pequeño jalón acompañado de la palabra “no”, llamada de atención necesaria, pero injustificada porque no es el culpable, sino la persona que causó la distracción. Por tanto, si lo ves con su chaleco y arnés, procura no interrumpir su labor.

  • Evita tocar el arnés

En el entrenamiento de los caninos está la facilidad para reconocer los movimientos de la persona transmitidos mediante el mango de la correa que portan. El hecho de hacerlo a la izquierda o a la derecha puede cambiar el recorrido que hace el perro. Ahora, si una persona ajena intercede en la dirección, podría ocasionar un accidente al conducirlo a otro lado, lo que causaría confusión entre los implicados.

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  • Mantén las vías de tránsito libres

La falta de cultura cívica, el desconocimiento de las necesidades de los demás y la poca empatía ocasionan conflictos en la movilidad de los perros de apoyo al obstruir las vías de tránsito marcadas para peatones con carros mal estacionados sobre la banqueta, ocasionando que deba buscar una nueva ruta que implica bajar a la acera con riesgo a un accidente vial.

Los perros guía son animales entrenados para cumplir una función: ayudar a una persona con discapacidad visual, manteniéndola segura en la calle, pero se puede ver comprometida si se interrumpe la labor canina al acariciarlo o mover su arnés. Si ves a uno, es mejor tomar tu distancia y ceder el paso donde quiera que te encuentres.