En la actualidad, numerosos estudios han evidenciado que la relación entre una persona y su perro tiene un impacto positivo en la salud física y mental del individuo. Esta conexión no solo contribuye a mejorar el estado físico, sino que también ayuda a disminuir los niveles de estrés y a fomentar la felicidad. La interacción con animales de compañía genera un efecto calmante que puede ser especialmente beneficioso en situaciones de tensión emocional.
Asimismo, el contacto con un perro evoca sentimientos de ternura y estimula sensaciones táctiles y olfativas que remiten a experiencias primarias vinculadas al apego. Estas vivencias pueden ser profundamente reconfortantes, brindando una sensación de seguridad y bienestar. Este vínculo emocional se convierte en un recurso valioso para quienes buscan mejorar su calidad de vida.
Recientemente, una nueva investigación ha puesto de manifiesto estos efectos positivos en un grupo específico: aquellas mujeres que han padecido abuso infantil. Los hallazgos sugieren que las interacciones con animales pueden ofrecer un tipo de apoyo emocional esencial para ayudar a sanar las heridas del pasado, proporcionando un sentido de conexión y afecto que puede ser transformador en su proceso de recuperación.
Harvard revela como un perro ayuda a reducir la ansiedad y depresión en mujeres abusadas
Investigadores del Estudio de Salud de Enfermeras de la Universidad de Harvard han encontrado una conexión significativa entre el cuidado y el amor hacia los perros y la reducción de síntomas de ansiedad y depresión en mujeres de mediana edad y mayores. Este hallazgo resalta la importancia del vínculo humano-animal, especialmente en contextos emocionales complejos.

Para llegar a esta conclusión, el equipo llevó a cabo entrevistas con 214 mujeres que han sobrevivido al abuso infantil. De este grupo, el 72.6%, mostraron un mayor apego hacia sus mascotas, lo cual se relacionó con niveles más bajos de ansiedad generalizada. Este dato sugiere que los perros pueden desempeñar un papel crucial en la salud emocional de quienes han enfrentado traumas en su infancia.
Eva Schernhammer, coautora del estudio, comentó que “el apego a los perros se asoció con una reducción de la depresión, la ansiedad y los síntomas generales de estos trastornos, especialmente entre las sobrevivientes de abuso”. Esta observación indica que las interacciones con animales pueden ofrecer un tipo de apoyo emocional que es particularmente efectivo para quienes han vivido experiencias adversas.

Finalmente, Schernhammer concluyó que “comprender cómo el apego a las mascotas puede aliviar dichos trastornos ofrece información muy valiosa para desarrollar futuras estrategias preventivas y terapéuticas”. Esto es especialmente relevante para aquellos individuos que presentan estilos de apego inseguros como consecuencia de traumas infantiles, lo que abre nuevas vías para abordar su bienestar emocional.