Mi perro se comió una abeja ¿qué tengo que hacer?

Al salir a pasear con tu perro es posible que en muchas ocasiones se sienta atraído por los insectos que vuelan a su alrededor, por eso hay que prestar atención a cualquier movimiento, en especial si involucra a las abejas ya que su ingesta podría ser perjudicial para su bienestar. Si tu “lomito” cometió el error de comer una, más adelante te diremos qué puedes hacer antes de entrar en pánico. 

En su gran mayoría los perros son muy extrovertidos, juguetones y curiosos ya que disfrutan pasar tiempo jugando y realizando otras actividades. Cualquier persona con una mascota en su hogar, incluyendo a los “lomitos”, debe estar al pendiente de sus movimientos ya que un momento de diversión se puede convertir en una situación de riesgo. 

Por eso, en esta ocasión te compartimos algunas recomendaciones en caso de que tu amigo de cuatro patas haya cometido el error de comer una abeja, desde identificar los síntomas en caso de picadura y otros consejos para garantizar el bienestar del canino. 

¿Qué hago si mi perro se comió una abeja?

Cualquier salida al parque implica la presencia de insectos que pueden llamar la atención de tu mascota, desde moscas, mosquitos y hasta abejas. Si tu perro cometió el error de comer esta última lo más importante es que sigas estos consejos para asegurarte que se encuentre bien. 

Antes que nada revisa si el insecto picó a tu “lomito” en la garganta, lo vas a notar a través de la hinchazón y dificultad para respirar. Por el contrario, vigila sus síntomas en caso de presentar cualquier otra reacción. También puedes optar por limpiar su boca con un poco de agua y en caso de detectar una reacción alarmante lo mejor es llevarlo con veterinario para una mejor revisión. 

¿Qué le hacen las abejas a los perros?

Una abeja puede causar dos tipos de daños a través de su aguijón, el primero es picar alguna parte del cuerpo del “lomito” lo que ocasionará hinchazón e irritación debido al veneno. También puede suceder una reacción alérgica en la cara o en la garganta que puede ocasionar problemas para respirar. 

El segundo tipo de daño es a través de la ingestión ya que el perro puede salvarse de las picaduras en la garganta pero si sucede en el estómago ocasionará irritación y bastante dolor hasta el punto de originar malestares estomacales como vómitos y diarrea. 

Por eso, si notas que tu perro se comió una abeja es muy importante vigilar su actividad y detectar cualquiera de los síntomas para acudir lo más pronto con el veterinario y así poder garantizar el bienestar de tu pequeño.