Todas las mascotas se divierten a través de actividades que realizan solas o con ayuda de sus dueños que en el caso de los que tienen pericos sabrán muy bien su cualidad curiosa, una que se puede aprovechar con sencillos juegos.
Estos animales son muy inteligentes y además son bastante sociables. Siempre están dispuestos a pasar un buen rato para aprender nuevos trucos que incluso les aportan mejores habilidades.
Jugar con los pericos es realmente importante ya que así tu mascota no sólo se ejercita y se mantiene en forma, sino también aumenta su capacidad de convivir en compañía de otras personas con las que puede llevar a cabo diferentes juegos.
¿Cómo jugar con un periquito?
Esconde un dulce
Los pericos son recolectores, así que le encantará descubrir nuevas cosas con su pico que seguramente empleará para quitar la envoltura del dulce.
Juego de pelota
Para jugar utiliza una pelota pequeña que quepa en su garra y pueda tomar y después soltar mientras que tú la pasas de nuevo en varias repeticiones.
Practica el aleteo
Con mucho cuidado y siempre en un espacio cerrado, coloca al periquito sobre tu dedo para que éste se sostenga de sus dos patas. Tu mascota comenzará a aletear; deja que lo haga y después llévalo de vuelta a un lugar seguro a que descanse o tome agua.
¿Cómo ganarse la confianza de un perico?
Hay varios consejos que puedes aplicar para adiestrar a un perico y ganar su confianza por medio de juegos. Lo mejor es tenerlo desde que es pequeño, pero también funciona hacer lo siguiente.
- Crea un ambiente cómodo en el que tenga su propio espacio
- Háblale de manera frecuente para que así reconozca tu voz
- Utiliza un refuerzo positivo
- No le grites
- Déjalo tranquilo cuando no quiera jugar
- Fomenta el contacto y demuéstrale que lo quieres
¿Cómo saber si tu periquito te quiere?
Las aves tienen diferentes comportamientos con las que exponen su estado de ánimo. En el caso de los pericos, cuando están activos lo demuestran moviéndose por toda la jaula y se alegran con aleteos cuando te ven.
Los pericos son mascotas que muestran su cariño acercándose a sus dueños para dejarse acariciar. También lo hacen a través de pequeños picotazos que dan sobre cualquier superficie, al rechinar su pico y, por supuesto, por medio de su canto.