Los felinos, al ser animales de naturaleza curiosa y activa, necesitan tener un espacio donde puedan rascar para satisfacer sus instintos. Afortunadamente, hacer un rascador casero para tu gato es fácil, rápido y muy económico. No solo ahorrarás dinero, sino que además podrás personalizarlo a tus necesidades y las de tu mascota, eligiendo materiales que tengas en casa o que puedas conseguir a bajo costo.
Con unos pocos materiales sencillos puedes crear un espacio que será atractivo y funcional para tu gato. Este proyecto no requiere habilidades especiales y es ideal incluso para quienes nunca han hecho manualidades. A continuación, te cuento cómo hacer un rascador casero en poco tiempo, con materiales económicos y fáciles de conseguir.
Te puede interesar: ¿Qué son más limpios los gatos o las gatas?
Cómo hacer un rascador fácil y sin gastar mucho dinero
MATERIALES:
- 1 tubo de PVC (puede ser reciclado o de una tienda de ferretería)
- Hilo sisal (de preferencia resistente y grueso para un mejor agarre)
- Pegamento fuerte (puede ser pegamento caliente o de secado rápido)
- Base de madera (puede ser una tabla vieja de madera o una pieza reciclada)
- Tela de peluche (opcional, para forrar la base y que sea más atractiva)
- Tijeras o cúter
- Pistola de pegamento caliente (si se usa pegamento caliente)
PROCEDIMIENTO:
En primer lugar, elige una base de madera lo suficientemente grande y pesada para que el rascador se mantenga estable cuando el gato lo use. Si deseas, puedes cubrir la base con tela de peluche, utilizando pegamento para fijarla bien. Esto no solo hará que se vea más atractiva, sino que también proporcionará una base suave donde tu mascota pueda descansar después de rascar.
Luego. corta el tubo de PVC a la altura que desees para el rascador (entre 40 cm y 50 cm es ideal para la mayoría de los felinos). Si no tienes las herramientas para cortarlo, muchas ferreterías pueden hacerlo por ti de manera económica. No olvides lijar los bordes del tubo para evitar que queden filosos y puedan lastimar a tu gato.
Posteriormente, envuelve el hilo sisal alrededor del tubo de PVC. Asegúrate de hacerlo de forma ajustada, para que la cuerda quede bien tensa y no se deslice fácilmente. Aplica un poco de pegamento en la parte superior del cilindro para asegurar el inicio y final de la hebra. A medida que vayas cubriendo el conducto, puedes añadir más pegamento en pequeñas cantidades para que el hilo se adhiera bien y no se mueva.
Una vez que el tubo esté cubierto completamente con el sisal, ubícalo en el centro de la base de madera. Usa pegamento fuerte o, si prefieres mayor seguridad, atornilla el cilindro al sostén para garantizar que no se deslice ni se caiga.
Enseguida, deja que el rascador se seque completamente antes de dárselo a tu gato. Esto puede tardar un par de horas si usas pegamento caliente o hasta un día si no utilizas pegamento de secado rápido. Finalmente, colócalo en un lugar visible y accesible para que tu mascota lo encuentre rápidamente.
También lee: Filtros de Tiktok para mascotas: cómo ponerle el efecto de Rodolfo el Reno a tus michis y lomitos
¿Para qué sirven los rascadores?
Los rascadores cumplen una función esencial en la vida de un gato, ya que les permiten satisfacer su instinto de afilar sus garras de manera natural. Rascar les ayuda a eliminar las capas muertas de las uñas, manteniéndolas afiladas y saludables. Además, al rascar, los felinos estiran sus músculos y ejercitan su cuerpo, lo que les ayuda a mantenerse activos y evitar problemas de rigidez o incomodidad en sus articulaciones. Esto es especialmente importante para mininos que viven principalmente dentro de casa, donde el acceso a espacios exteriores y naturales es limitado.
Pero los rascadores no solo sirven para el cuidado físico de los felinos, sino que también cumplen un papel fundamental en su comportamiento y bienestar emocional. Rascar es una forma de marcar su territorio, ya que las glándulas en sus patas liberan una señal olfativa cada vez que rascan. Esto les proporciona una sensación de seguridad y les ayuda a sentirse más tranquilos en su entorno. Asimismo, tener un rascador adecuado reduce las probabilidades de que el gato recurra a rascar tus muebles u otros objetos en casa, protegiendo así tus pertenencias y manteniendo a tu gato feliz y ocupado.