Puede que estés trabajando demasiado para librar todos esos pendientes durante el día en la oficina y que no quede nada para mañana, y al mismo tiempo puede que que te estés saturando mentalmente. Te estás convirtiendo en una bola de estrés que crece y crece sin parar, y tus seres más cercanos te lo dicen, necesitas una vida, pero puede que tu mascota en casa sea el mayor perjudicado por tu estado actual. Piénsalo un segundo: ¿podrías contagiar el estrés a tu perro?
Ya sabemos que los animales pueden vivir situaciones estresantes durante el día y todo depende de las circunstancias que se presenten. Puede ser que a tu mascota no le gusta que traigas visitas nuevas cada día, que no dejes en un solo lado sus platos de comida o que los expongas constantemente al ruido y terminan llenos de estrés.
Pero, tras la vida agitada que se lleva en la actualidad en la que sales, regresas, vas y vienes un sin fin de veces, ¿será posible que el perro en tu casa detecte cuándo tienes estrés? Por consiguiente, ¿será posible que también se lo estás contagiando sin que te des cuenta?
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¿Cómo afecta el estrés a los perros?
Como comentamos anteriormente, tu perro en casa o cualquier otra mascota que tengas puede vivir el estrés tan vívidamente como tú lo haces y es muy sencillo identificarlo. Dan vueltas de manera imparable, hacen gruñidos inesperadamente, lloriquean todo el tiempo o cuando te ven y pierden el pelo o el apetito. ¡Incluso pueden llegar a rascarse en exceso! Si esto último es muy frecuente puedes darte cuenta que con sus colmillos o sus garras ya se lastimaron la piel.
¿Puedes pasarle el estrés a tus perros?
Así que, sí, pueden padecer momentos estresantes, pero ¿pueden los perros detectar la hormona producida por las glándulas en el momento de estrés y ansiedad? Es normal tener una mascota de compañía para que nos ayude a nosotros manejar todas las emociones que vivimos durante el día, pero nuestro comportamiento puede afectarles si llegamos estresados.
Tu perro en casa seguramente ya sabe que estás viviendo una etapa pesada, ya que puede oler el estrés que cargas. De acuerdo a una investigación de la Universidad de Linköping en Suecia, “Long-term stress levels are synchronized in dogs and their owners”, las mascotas en casa, en especial tu perro, pueden oler el cortisol que desprendes y ser contagiado emocionalmente.
Para evitar que la mascota se quede con el estrés que ha detectado de ti es importante que realices pequeñas actividades como acariciarlo, darle masajes, jugar con él, proporcionarle un espacio tranquilo o dar paseos. De esta forma tú también cuidarás de tu salud mental junto a tu peludo amigo.