Viajar a la luna parece que ya no es solo un sueño o una historia sacada de un libro de ciencia ficción, pues muchos humanos han dedicado su vida a prepararse para salir al espacio. Katya Echazarreta González es la mujer que ahora se está robando a la audiencia por ser la primera mexicana por nacimiento en viajar al espacio exterior, pero antes de que esto fuera posible existió un gato que fue al espacio, y se trata de Félicette.
La ciencia es lo que es el día de hoy gracias a todos aquellos seres con los que se obtuvieron los resultados en las pruebas científicas y antes de que el humano pudiera llegar al espacio, monos, ratones, perros, moscas de fruta, arañas, conejos, tortugas, peces y gatos fueron enviados al espacio.
¿Quieres saber quiénes fueron los gatos que se prepararon para que fueran al espacio y cómo se llamaban? Solo te advertimos que esta historia es para que hagas reflexión sobre lo que implica el avance tecnológico y científico en la historia de la humanidad.
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¿Qué pasó con el gato que fue al espacio?
Para empezar esta historia hay que ubicarnos cuando las naciones de primer mundo peleaban entre sí para tener un avance superior en la tecnología sobre las demás en los años 50 y 60. En esta época, Francia se encargó de crear los primeros indicios de lo que hoy se conoce como la Agencia Espacial Europea para enviar al gato Félicette de ida y vuelta al espacio.
Félicette, una gata rescatada de la calle, adquirida por el gobierno francés, perteneció al grupo de mininos conocido como Los Astrogatos; eran 14 en total y todos eran sometidos a las mismas pruebas que sus cuidadores, los astronautas. Sin embargo, Félicette fue el único gato seleccionado para ir al espacio, ya que los otros tenían sobrepeso y era la única con un comportamiento calmado, aparentemente.
Los astronautas tenían prohibido ponerles un nombre a los michitos, esto para evitar que se encariñaran y el estudio se viera comprometido, es por esto que terminaron siendo Los Astrogatos. Fue el 18 de octubre de 1963 cuando Félicette despegó en el cohete Véronique AGI en Argelia, ascendió 152 kilómetros de altura, permaneció 5 minutos en ingravidez y aterrizó sana y salva en la Tierra.
¿Cómo fue la muerte de Félicette?
La misión apenas duró 13 minutos y el gato regresó sin ningún problema, pero, la historia no termina aquí. Vale la pena aclarar que en todo este momento, Félicette tenía implantado en la cabeza un electro para medir su actividad cerebral, así que, solo faltaba hacer un estudio más profundo en el interior de su cuerpo.
Al primer gato callejero que fue al espacio y regresó con vida se le aplicó la eutanasia para estudiar de mejor manera su cerebro tras su regreso. Después de que los años avanzaron y la ciencia siguió su cauce, Félicette fue olvidado, así que, para recordar su nombre, Francia hizo su propia estatua para hacerle su propio homenaje en la Universidad Internacional del Espacio.
El segundo gato que fue enviado al espacio mientras Félicette vivía no pudo regresar a casa con vida, ya que su cápsula explotó en el momento del despegue. Desde entonces, este tipo de prácticas con gatos se han evitado en Francia. Todavía faltar por saber lo que ocurrió con los otros michitos de Los Astrogatos. Si quieres saber más sobre ellos, no dudes en estar al pendiente de nuestro contenido en nuestro contenido de Facebook.