Al sur de la bulliciosa Ciudad de México, en medio del caos y el ruido, se alza imponente el Monumento al Perro Callejero, una representación de la triste realidad que viven miles de peludos en las calles de la metrópoli. Entre ellos, destaca 'Peluso', un perro labrado en bronce que simboliza la lucha diaria de estos seres indefensos.
La historia de 'Peluso' es la de tantos otros canes abandonados, maltratados y desamparados, que deambulan por las calles en busca de un poco de amor y compasión. Su mirada triste y sus patas cansadas nos recuerdan la crueldad del ser humano y la falta de empatía hacia aquellos que no tienen voz.
Este monumento no solo es una obra de arte, sino también un llamado a la reflexión sobre nuestra responsabilidad como sociedad en proteger a los animales que comparten nuestro mundo. Lamentablemente, esta escultura, que debería ser un recordatorio constante de nuestra deuda con los más vulnerables, también permanece en el olvido.
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El monumento al perro callejero, se ubica en una zona poco concurrida de la ciudad y actualmente se encuentra vandalizado y rodeado de maleza. Además de ser poco conocido por la población. De este modo, irónicamente, quedó igual de abandonado que aquellos a quien pretendía defender.
Así nació el Monumento al Perro Callejero
Peluso era un perro callejero noble y valiente, cuya vida cambió para siempre cuando fue rescatado por Patricia España, la bondadosa fundadora del santuario para perros Milagros Caninos. Las terribles condiciones en las que vivía este perrito conmovieron los corazones de todos los miembros de la asociación, quienes decidieron inmortalizar su historia a través de una escultura.
Durante sus últimos meses, Peluso experimentó el amor, el cariño y los cuidados que tanto le habían faltado en el pasado. Fue acogido por otros perros callejeros que, al igual que él, habían sido olvidados por la sociedad. La organización le brindó alimento, atención médica y una mejor calidad de vida, pero desafortunadamente, sufría de graves problemas de salud debido al maltrato que había vivido.
El 15 de julio de 2008, Peluso falleció, apenas cinco días antes de que su monumento fuera inaugurado. Sufría de insuficiencia renal, moquillo y sordera, consecuencias de los años de sufrimiento que padeció. La escultura, creada por la talentosa artista Girasol Botello, fue revelada el 20 de julio de 2008, un día antes del Día del Perro, como un emotivo homenaje a la vida de Peluso.
La escultura, de 89 kilos de peso, representa a un perro delgado y desnutrido, con las costillas marcadas y la mirada triste y resignada. Su postura cabizbaja conmueve hasta lo más profundo del corazón, recordando a todos los espectadores la dura realidad de los animales abandonados y maltratados. En la placa que acompaña a la escultura, se pueden leer unas palabras que seguramente podrían hacer llorar a más de uno.
"Mi único delito fue nacer y vivir en las calles o ser abandonado. Yo no pedí nacer y a pesar de tu indiferencia y de tus golpes, lo único que te pido es lo que sobra de tu amor. ¡Ya no quiero sufrir, sobrevivir al mundo es solo una cuestión de horror! ¡Ayúdame, ayúdame por favor! Peluso".
Su historia, su sufrimiento y su valentía quedarán grabados en la memoria de todos los que conocieron su historia. Peluso, un perro callejero que se convirtió en un símbolo de lucha y esperanza para todos los animales maltratados.
¿Dónde está el Monumento al Perro Callejero?
Si te preguntas donde está exactamente el Monumento al Perro Callejero, debes saber que se encuentra en la calle Moneda, 14000, en la delegación de Tlalpan, cerca del Instituto Nacional de Neurología y el deportivo Vivanco, al final de la avenida Insurgentes Sur. Si quieres visitarlo, solo tienes que tomar la línea 1 del Metrobús y bajarte en la estación Ayuntamiento.
¿Cuántos perros callejeros hay en México 2024?
Según el Índice de Mascotas sin Hogar presentado por la organización Mars Pet, en México 18.8 millones de perros viven en situación de calle. De acuerdo con esta misma organización, esta problemática surge como resultado de que al menos el 39% de los hogares reciben a un animal de compañía como un “regalo” de parte de amigos o familiares.
Lo cual podría significar que muchos individuos no tienen planificado el cuidado de un perro, lo que, a largo plazo, tiene como resultado que el animal termine en la calle. Por lo que se sugiere que antes de recibir un animal de compañía se tomen en cuenta factores como el espacio en el cual el animal viviría, además del costo de manutención y el tiempo que podemos dedicarle a su cuidado.
Recuerda que las demás especies son igual de valiosas que los seres humanos y por lo tanto merecen una vida digna y respetuosa. Si tienes la oportunidad anímate a ayudar a alguno de estos hermosos animales y fomentemos la adopción responsable en nuestro entorno.