Es muy probable que hayas visto la película “Buscando a Nemo“, y hoy quiero hablarte sobre un aspecto del pez payaso que no se refleja en la famosa historia de Disney. Recordemos el inicio de la trama: los padres cuidan atentamente sus huevos hasta que una barracuda ataca el nido, devorando a la madre y a todos los huevos, salvo uno: Nemo. Así comienza la aventura, donde Merlín, un padre bastante sobreprotector y temeroso, se embarca en la misión de cuidar a su pequeño hijo rebelde.
Sin embargo, en el mundo real, la vida del pez payaso es bastante diferente de lo que se muestra en la película. Un dato sorprendente es que estos peces son hermafroditas, lo que significa que pueden cambiar de sexo a lo largo de su vida. Esta peculiaridad les permite adaptarse a su entorno y garantizar la continuidad de su especie.
En las siguientes líneas, profundizaremos en esta fascinante e interesante característica del pez payaso. Continua leyendo, para descubrir más sobre el verdadero mundo de estos coloridos habitantes del océano y cómo su biología difiere de la representación animada que todos conocemos.
Esto es lo que debes saber sobre el pez payaso
Diversas investigaciones, entre ellas las del colombiano Óscar Ortega-Recalde, han demostrado que el pez payaso es un hermafrodita protándrico, lo que implica que tiene la capacidad de cambiar de macho a hembra. Este proceso se activa cuando la hembra de una pareja muere, lo que lleva al macho a iniciar una transformación. Primero, se producen cambios neuronales en su cerebro y, posteriormente, los testículos del macho se convierten en ovarios.

Este tipo de transformación no solo les permite adaptarse a las circunstancias y sobrevivir en su entorno, sino que también asegura la formación de una nueva pareja reproductora sin la necesidad de abandonar su anémona. Esta característica es fundamental para el mantenimiento de su población y su reproducción efectiva.
Si la película “Buscando a Nemo” hubiera sido más fiel a la realidad biológica del pez payaso, el desenlace sería diferente. En este caso, Merlín asumiría el rol de madre y habría dos posibilidades: podría aparearse con otro pez macho que llegue a su anémona o bien Nemo podría convertirse en el nuevo padre al ser el macho más grande de la camada.

Es probable que este concepto no resulte tan fácil de explicar a los niños, razón por la cual Disney decidió omitir este interesante pero complejo detalle. Aun así, mantuvieron otros aspectos verídicos, como el hecho de que el pez payaso es el único capaz de vivir en simbiosis con las anémonas y resistir su veneno.