Perder a un gato es un hecho lamentable, pero no es el fin del mundo cuando está decidido a regresar a casa sin importarle las adversidades que pueda enfrentar. Este fue el increíble caso de Rayne Beau, un gatito que se perdió en un viaje con sus dueños y caminó la increíble distancia de 1000 kilómetros del último lugar registrado.
El sorprender hallazgo trascendió fronteras difundido por el medio de noticia estadounidense KSBW con una entrevista a los dueños del singular gatito que contaron el momento de su extravío, los intentos para localizarlos y el sorprendente aviso que les devolvió la sonrisa al abrazar nuevamente a su mascota, todo gracias al microchip que le colocaron y la determinación del animal por caminar una gran distancia.
Los dueños del felino, Benny y Susanne Anguiano, hablaron de su visita al Parque Nacional de Yellowstone a principios de junio en compañía de su gato. Un susto fue suficiente para asustarlo y alejarse de ellos, escapando entre los frondosos árboles sin saber dónde se había ido y menos sus sonidos cerca de ellos a pesar de sus intentos por llamarlo con juguetes y comida. Derrotados, decidieron volver a casa.
Así fue como un gato logró recorrer más de 1000 km para volver a casa
En su camino a casa se encontraron con un arcoíris, lo que interpretaron como una señal positiva de volver a ver a su felino. La señal que recibieron fue un aviso de la determinación que tenía el felino para volver a ver a sus dueños sin importar la distancia que debía caminar, actitud que lo llevó a ser encontrado ayudado por el chip colocado por sus tutores.

Habían pasado dos meses desde que el gato Rayne Beau se había perdido en el Parque Nacional de Yellowstone y la esperanza seguía viva en la pareja al buscarlo diariamente en la zona. Su alegría se avivó cuando recibieron una sorpresiva llamada informándoles que habían localizado a su mascota. Lo que más sorprendió a todos fue que caminó más de 1000 kilómetros desde el sitio hasta donde fue localizado.
En la comunicación se enteraron de que su gato había llegado hasta el Centro de la Sociedad para la Prevención de la Crueldad hacia los Animales en Roseville, California, ubicado a más de 800 millas del lugar del extravío, una distancia increíble que tuvo que caminar con la esperanza de regresar a casa y de cierta manera lo logró al dar con la asociación.
Los expertos del lugar ni la pareja saben lo que el siamés de dos años y medio hizo durante los 60 días que estuvo perdido, al parecer se encontraba en buenas condiciones al ser identificado gracias al chip que tenía su nombre y la información de contacto de la pareja que nunca perdió la esperanza, dado que el esposo asistía diariamente al lugar para intentar encontrarlo.

Ni la pareja ni el gato estaban listos para dejarse ir con una gran determinación para caminar 1000 kilómetros hasta su hogar o por lo menos un sitio donde lo pudieran ayudar a regresar a casa. “Estamos extasiados de tenerlo de vuelta”, expresó y añadió que rezó muchas semanas para ver su carita de vuelta y hoy está muy agradecida.