No solamente las personas se encuentran al servicio de un país, pues los animales también juegan un papel muy importante en la protección de los demás. Tal fue el caso de Ángel, una perra militar labrador que durante años trabajó en misiones de las fuerzas armadas.
Ángel, la perra militar labrador que reunió con su adiestrador
En las fuerzas del gobierno estadounidense desde hace varios años se ha implementado el uso de caninos entre sus filas para la realización de diversas actividades. Ángel, una perra militar labrador retriever dedicó gran parte de su vida al Cuerpo de Marines y la Fuerza Aérea de EE.UU.
La perrita comenzó su entrenamiento en 2017 y su especialización se enfocó en la detección de explosivos. Fue desplegada en operaciones claves del continente asiático, particularmente en Japón y Corea del Sur. Durante su servicio estuvo bajo el comando de varios adiestradores, pero ninguno fue tan significativo como el del sargento Justin.
La relación entre ambos no fue sencillo al principio, pues ninguno era tan bueno en sus respectivos roles. Sin embargo, los dos lograron entablar una relación muy especial, con profundas marcas del impacto que tuvieron entre sí.
Afortunadamente, Justin y Ángel pudieron reunirse después de largo tiempo gracias a la American Humane Society. La organización se encargó de que el sargento tuviera la oportunidad de cuidar de la perrita tras jubilarse de su servicio militar. Hoy en día los dos disfrutan de sus días en una amena casa en Texas.
¿Cuándo se jubila un perro militar?
Los perros militares al igual que los humanos, también se deben retirar, especialmente si han resultado con severas heridas durante su servicio. En Estados Unidos suelen jubilarse entre los 8 y 10 años, dependiendo del estado de su salud, nivel de estrés y desempeño.
En el caso de México, cuerpos como la Guardia Nacional y la SSPC actúan de una manera bastante similar. Los perros de servicio usualmente se retiran entre los 7 y 9 años.