Los animales son más inteligentes de lo que uno usualmente considera. Igualmente son mucho más empáticos de lo que se cree posible. El video de un perrito que tapa a su dueño mientras duerme, es prueba suficiente de ello. La grabación que se viralizó en redes sociales demuestra la gran inteligencia que poseen los lomitos.
Así fue como un perrito tapó a su dueño luego de que se quedara dormido
El perro se volvió el mejor amigo del ser humano gracias a su invariable lealtad, compañerismo y su increíble sentido de protección hacia su dueño. Distintas acciones compartidas por las redes sociales relucen el porqué se le quiere tanto a este increíble animal que nos ha acompañado por miles de años.
Debido a un video compartido en línea, el profundo amor hacia esta adorada mascota incrementó entre los usuarios con la suerte de toparse con él. El metraje, cuyos protagonistas fueron un adorable lomito y su ‘pequeño’ dueño participaron en un momento verdaderamente conmovedor.
Ambos personajes se encontraban sobre un sillón, sin embargo el pequeñín claramente ya se encontraba demasiado cansado y tenía ya los ojos cerrados. Su fiel mascota quien notó su evidente estado de descanso, decidió tapar a su dueño para garantizar que tuviera la mejor siesta posible.
Tras cubrirlo con una manta, el canino decidió acostarse junto a su amo para otorgarle protección adicional mientras dormía. El video es un claro ejemplo del cariño que los perros tienen hacia sus humanos, a quienes darían toda clase de cuidados con tal de estar a su lado.
Por esta razón los perros aman a los bebés
La organización American Kennel Club (AKC) señala que los perros pueden formar fuertes vínculos con los humanos con quienes conviven más tiempo. Esto sería un fuerte motivo por el que quieran otorgar su lealtad hacia los bebés, ya que los consideran parte de su grupo.
“Cuando un perro tiene un fuerte ‘impulso de manada’ y está muy unido a su familia, es natural que se vuelva protector cuando llega un nuevo bebé”, explica la AKC. Adicionalmente, los lomitos pueden querer tener un compañero de juegos con quien interactuar, por lo que un bebé puede cumplir con este deseo.