MASCOTAS
Alertan por plaga que podría infectar a tu mascota y dejarla sin lengua
La procesionaria del pino es una plaga común en bosques y áreas de montaña, que si bien afecta principalmente a los árboles, puede ser una seria amenaza para la salud de las mascotas.Es fundamental que los tutores de mascotas estén constantemente informados sobre los peligros que acechan a sus animales, especialmente aquellos que pueden surgir con el cambio de estaciones. Muchos factores ambientales, como la presencia de plagas, pueden poner en riesgo la salud de los perros y gatos, quienes, debido a su curiosidad natural, pueden estar más expuestos a ciertos peligros sin que sus humanos lo noten a tiempo.
Conocer estas amenazas y cómo prevenirlas puede marcar la diferencia entre la salud y el bienestar de tu mascota y una situación grave que requiera atención urgente. El Día a día de un tutor responsable incluye estar atento a su entorno y a las señales que su animal puede enviar, ya que los peludos no pueden comunicarse de la misma forma en que lo haría un humano.
En las siguientes líneas, te hablaré sobre una plaga bastante peligrosa que podría infectar a tu mascota y dejarla sin lengua. También te explicaré qué medidas debes tomar para evitar que la salud de tu peludo se vea comprometida. Así que te invito a continuar leyendo y mantenerte informado.
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Esta es la plaga que podría lastimar a tu mascota
La plaga que puede poner en grave riesgo la salud de tu mascota es la procesionaria del pino. Esta oruga recibe su nombre debido a la forma en la que se mueve en largas filas, como si estuvieran en una procesión. Se refugia en los pinos y otras coníferas como cedros y abetos, construyendo nidos en las ramas donde se alimenta de las hojas y agujas de estos árboles, lo que a su vez provoca el secado de los mismos. Es especialmente activa entre los meses de marzo y junio, aunque si las condiciones del clima son favorables, su aparición puede adelantarse.
Lo más peligroso de estas orugas son los pelos urticantes que cubren su cuerpo, los cuales contienen una toxina muy potente llamada taumatopenina. Estos se desprenden con facilidad y pueden quedar suspendidos en el aire o adheridos a las superficies donde estos bichos se desplazan.

Si tu perro o gato entra en contacto con estos pelos, puede sufrir reacciones alérgicas graves, como irritación en la piel, enrojecimiento, picor intenso, ampollas e incluso dificultades para respirar. Pero, el mayor riesgo ocurre cuando las orugas son ingeridas o inhaladas por tu mascota. En esos casos, los síntomas pueden incluir salivación excesiva, vómitos, dificultad para tragar y, lo más alarmante, daño en la lengua o la cavidad bucal, lo que podría resultar en la necrosis de los tejidos afectados.
En situaciones extremas, es posible que tu mascota necesite una intervención quirúrgica para tratar los daños causados por la toxina. Es importante que, si tu peludo muestra estos síntomas tras haber estado en áreas infestadas por la procesionaria, acudas inmediatamente al veterinario.
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¿Cómo cuidar a mi perro de la procesionaria del pino?
Dada la gravedad de los efectos que la procesionaria del pino puede causar en las mascotas, la prevención es crucial. Durante la temporada en la que estas orugas son más activas, es fundamental evitar las áreas infestadas y mantener a tus perros y gatos alejados de las zonas de riesgo.
Si sospechas que tu mascota ha tenido contacto con una oruga procesionaria, actúa con rapidez. Lo primero que debes hacer es lavar la zona afectada con agua abundante para diluir el veneno y evitar que los pelos urticantes entren en contacto con la piel de tu peludo o se traguen.
Es muy importante no frotar la zona, ya que eso podría romper los pelos urticantes, liberando más toxinas. Tras limpiar a tu mascota, llévala inmediatamente al veterinario para una evaluación y tratamiento adecuados. En casos de intoxicación grave, la intervención temprana es esencial para prevenir daños mayores.
Por otro lado, es importante tener en cuenta que la procesionaria del pino no solo afecta a las zonas boscosas, sino que su presencia también se extiende a muchas regiones de Europa, Asia y el norte de África, lo que hace aún más relevante que los tutores de mascotas estén alertas. Como siempre, la mejor forma de proteger a tu peludo es mantenerlo vigilado y asegurarte de que no entre en contacto con cosas peligrosas.