¿En dónde ver mariposas monarca en México?

Las mariposas monarcas son una de las especies de insectos más importantes en México, se les define como lepidópteros debido a sus alas escamosas. Además de que poseen los característicos colores naranja, negro y blanco, su conservación ha sido uno de los focos de trabajo de decenas de activistas y protectores del medio ambiente.

De acuerdo con un estudio hecho en el último año, la población de mariposas monarcas que llegan a nuestro país durante su temporada de hibernación se ha duplicado. Esto es una buena noticia ya que son pieza clave para mantener la vida en los ecosistemas. Muchos de estos insectos vuelan más de 4 mil kilómetros para poder hibernar.

Otro dato de estos animales es que requieren de una gran masa forestal para alojarse y que en su trayecto hacia territorio nacional se reproducen con sus semejantes. En México existen diversas reservas naturales y áreas protegidas en donde puedes acudir a ver a las mariposas monarcas, siempre y cuando respetes su entorno y sigas las indicaciones de los guías.

Este es el mejor lugar para ver mariposas monarca en México

Existen diversas áreas en las que habitan las mariposas monarcas, pero principalmente se encuentran en santuarios localizados en las entidades de Michoacán y el Estado de México. El área protegida más grande está en El Rosario, aunque también existen otros dos centros llamados Sierra Chincua y Sengui. Mientras que cerca de la capital mexicana puedes acudir al santuario Piedra Herrada.

La mejor temporada para poder apreciar a estos insectos es de noviembre a marzo de cada año, pues es cuando llegan a nuestro país. Se recomienda visitar sus ecosistemas en días soleados pues es cuando existe un mayor movimiento, mientras que en los climas nublados lo más probable es que permanezcan dormidas en los árboles.

¿Por qué las mariposas monarcas son importantes?

Además de que su proliferación es una señal de ecosistemas saludables, las mariposas monarcas también son una pieza clave en la polinización, misma que ayuda a que las plantas tengan una mayor diversidad genética. También son reconocidas a nivel cultural ya que existen comunidades indígenas que las consideran como el alma de los muertos, mientras que otras personas las aprecian por su perseverancia pues deben volar miles de kilómetros cada año para lograr su supervivencia.