Aunque los perros son seres muy nobles y leales, bajo ciertos contextos o condiciones, podría presentarse un ataque de ellos a una persona, así que aquí te vamos a dar las recomendaciones que dio la Universidad de Harvard para que lo puedas evitar.
De acuerdo con el estudio de Harvard, el cual retomamos desde el sitio de El Universal, la clave está en la prevención, pues una de las etapas cruciales en la educación de un perro es la etapa de la socialización, que ocurre en sus primeras semanas de vida y es cuando aprenden la mayoría de los comportamientos que tendrán durante toda la vida.
Es, justamente, en su etapa de socialización, cuando aprenden la medida en la que sus mordidas pueden hacer daño, esto mediante el juego y la convivencia con sus hermanos de camada o con otros perros; si a un perro no se le corrige en esa etapa, sus mordidas pueden lastimar mientras ellos se hacen más grandes y ganan más fuerza.
¿Cómo evitar que me ataque un perro?
Por otra parte, si el perro ya está grande y pasó dicha etapa, lo mejor que se puede hacer es comprender que se trata de seres vivos que pueden reaccionar a nuestras acciones o a las de otras personas, de forma que, si notamos que un canino nos muestra los dientes, su postura es rígida, su pelo está encrespado, gruñe y se muestra territorial, no hay que acercarnos a ellos.

De esta forma, podremos evitar cualquier tipo de problema por una agresividad, como mordida o ataque directo. Asimismo, en el caso de que intentemos entrar en contacto con un perro desconocido, si lo notamos tranquilo, mejor hay que preguntar al dueño si nos podemos acercar a acariciarlo y dejar que nos olfatee y vea, para que comprenda que no somos ninguna amenaza.
¿Por qué un perro se vuelve agresivo?
La recomendación final es que evitemos contacto, ya sea físico o visual, con perros que se ven asustados o alterados, pues justamente el miedo se encuentra entre los motivos más comunes por los cuales un canino se vuelve agresivo, así como por las siguientes razones:
- Dominación.
- Protección de su territorio.
- Dolores.
- Estrés.
- Socialización deficiente.
- Genética.
- Frustración.
- Enfermedad.

Esperamos que estos tips para evitar el ataque de un perro te sean de mucha utilidad. En el caso de los perros muy agresivos, lo mejor y lo más recomendable es acudir a la ayuda de un veterinario o un etólogo experto, pues analizarán el caso específico y podrán dar el mejor tratamiento o una óptima educación.