Captar los sentimientos y emociones que tiene un perro pueden ser fáciles si son expresivas como la euforia o la felicidad al ver a sus dueños, pero otras son más difíciles de notar y más si se trata de ansiedad y depresión. Para poder ayudar a nuestras mascotas, necesitamos saber qué los ocasionan y cómo ayudarlos.
Estamos de acuerdo con que, así como los humanos, los caninos forman su personalidad y carácter de acuerdo con las vivencias que han experimentado a lo largo de su vida y las acciones que ejercen sus tutores. Así como algunos tienen una aversión por el veterinario, otros pueden sentir miedo de viajar en coche, la ansiedad tiene muchas caras.
A pesar de la comparativa con las personas, la depresión en perros no necesariamente es una conducta a largo plazo, puede tratarse de un episodio aislado y recurrente como la ansiedad por separación, pasar mucho tiempo solo y sentirse abandonado por un tiempo. Para evitar este cuadro, hay que estar atentos a las señales que dé y sobre todo saber cómo actuar.
La manera en que puedes ayudar a tu perro si tiene ansiedad y depresión
Si notas que tu peludos está decaído, triste o tiene señas de depresión, acude con un veterinario para descartar cualquier problema físico. Una vez tachada la posibilidad, hay que concentrarse en un cambio anímico.

- Cambia las condiciones de la casa
Modifica el entorno del hogar, hazlo pacífico y establece horarios de comida y juego. Esto le brindará una sensación de seguridad y protección. Con el tiempo dedicado, salgan a pasear, correr y jugar al parque, que saque la energía y reduzca el estrés.
- Transforma los comportamientos
Un perro que padece ansiedad o depresión puede depositar sus sentimientos en los muebles o actitudes reprobatorias con sus tutores. Para construirlo, no lo regañes, prueba con cambios de comportamiento, enséñale trucos y prémialo por responder bien. Estas actividades formarán un buen lazo de confianza.
- Ayuda profesional
Si tus intentos parecen no dar frutos, acude con un profesional que puede recetar medicamentos o terapia de feromonas para controlar la ansiedad y la depresión. El siguiente paso es un terapeuta de conducta animal que trabaje un cambio de comportamiento contigo y el perro.
¿Cómo es la ansiedad y depresión en tu perro?
Los padecimientos físicos y emocionales se manifiestan diferente en cada canino, influenciados por sus vivencias y el entorno en que se desarrollan. Dicho eso, los especialistas han delimitado algunas conductas que indican ansiedad y depresión.

- Comportamiento inquieto.
- Miedo o desconfianza.
- Dificultad para prestar atención.
- Destrucción.
- Vocalización excesiva (ladrar, aullar, gemir en exceso).
De igual manera verás cambios de comportamiento como la pérdida de interés en sus actividades, disminución o aumento del apetito, letargo, aislamiento y cambios en sus ciclos de sueño.
Si notas cualquiera de los síntomas en tu perro, es recomendable y muy válido crear estrategias y juegos para reanimarlo, pero al ver que no funciona, no lo dejes caer en la ansiedad o la depresión, concreta una cita con tu veterinario para una evaluación profesional.