Un perro es la sensación en Argentina por la noble labor de cuidar animales, dando apoyo emocional a lado de su dueño, el veterinario Miguel Onofrio Longo, en la clínica donde trabajan. Su adopción y la hermosa causa que desarrolla como enfermero son un caso especial que ha robado el corazón de sus pacientes y todo aquel que conoce su historia.

Onofrio relató para medios locales que un día abrió la puerta de su casa y un perro mezcla labrador entró como si hubiera vivido ahí toda su vida. Desconcertado, intentó ayudarlo a regresar con sus tutores mediante carteles y consultando a los vecinos, pero nadie reclamó al canino. Recordó, al mostrar una sonrisa, que en ese momento “su manada creció” al adoptar a Bongo.

El cachorro no solo se ganó una casa en un país con más de 6 millones de caninos en situación de calle, también el corazón del veterinario, quien notó una chispa especial en el perro y confirmó un día en sus labores habituales. Por su desinteresada acción se convirtió en el enfermero del lugar, mostrando su amor y compasión por otros animales.

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Al poco tiempo de ser adoptado, Bongo fue con su dueño a la playa de Miguel con sus otros tres perros, mostró actitudes diferentes a los demás al jugar con los niños y ser protector en cuanto se acercaban al mar. En su regreso al trabajo, Bongo se subió a la camioneta con él, sellando su profesión como enfermero animal.

Créditos: Instagram @ ecoanimalvet

En aquella ocasión había castrado a una perra y descansaba sobre una colchoneta, acto seguido, Bongo se recostó a su lado. Onofrio le preguntó qué hacía ahí, a lo que el canino se limitó a levantar la cabeza para mirarlo y se quedó con ella, haciéndole compañía en silencio con una actitud tan compasiva que conmovió al veterinario.

Desde que llegó ese día a su casa, Miguel supo que había algo especial en él, dado que tenía una excelente salud y sus patas no eran las típicas de un animal callejero. “Siempre digo que es un ángel y no un perro” expresó el veterinario de 64 años, que desde hace 38 se especializa en veterinaria homeopática.

Bongo tomó la decisión de recibir el amor de una familia, a la vez que expresa el propio con los animales que llegan al recinto médico en un ambiente donde hay sufrimiento, pero también gran alegría, una convivencia habitual con la vida y la muerte, siendo él, un perro que decidió acompañar a otros animales en su recuperación o sufrimiento. Onofrio señala que tiene la misma actitud cuando uno de sus hermanos se enferma, como buen enfermero está atento a sus necesidades.

Créditos: Instagram @ ecoanimalvet

Para finalizar la entrevista, el veterinario voltea al perro y sostiene la mirada para agregar que es un ángel y durante los 10 años que han estado juntos lo ha pensado, como si hubiera mutado en un lomito para derramar bondad por las personas y otros animales. Dejó en claro que ha tenido caninos toda su vida y cada uno fue super bueno, pero este es realmente especial, enfatizó.


Hace 10 años, Bongo se metió a una casa, dando pie a no solo tener a una familia, también brindar todo el amor que tiene como enfermero, preocupado por las personas y los animales que llegan al cuidado del veterinario con una actitud compasiva que reconforta no solo a los operados, también a cualquiera que presencie la escena.

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