El abandono animal es un tema muy común; sin embargo, no deja de ser doloroso para las personas que cruzan su camino con ellos y tienen un noble corazón para ayudarlos a tener una vida mejor, como un grupo de ciclistas que detuvieron su paso al percatarse de un perro en estas situaciones. Al ayudarlo, se dieron cuenta de la situación que había enfrentado antes de ese momento con una triste historia.
Existen un sin fin de campañas para concientizar a los dueños de las implicaciones que tiene el maltrato y abandono animal para los peludos, incluso las repercusiones que tiene en la vida pública, sin embargo, se mantiene en una cifra alarmante con pocos perros y gatos que logran ser ayudados y llegan a un refugio para buscar un segundo hogar tras ser abandonados por violencia o precariedad de recursos para mantenerlos.
La historia que te contamos tuvo lugar en Bridgend, Gales del Sur, Reino Unido, con tres ciclistas que interrumpieron su ruta al ver a un perro solo en la carretera, lo que indicaba que había sido abandonado. Contaron que sus constantes temblores y sus reacciones desconfiadas mostraban el miedo que le infundían las personas, pero a diferencia de otras, ellos decidieron ayudarlo al llevarlo al refugio más cercano.
La historia de un perro llega a manos de un ciclista
En el complicado proceder para ganarse la confianza del perro y permitirles que lo ayudaran a buscar un lugar donde lo cuidarán descubrieron un papel en su collar que daba más información, señalando que su nombre era Chase, tenía un año y era acompañado por la fecha 10 de noviembre, su posible nacimiento o la fecha en que llegó a las calles de Reino Unido.

La carta indicaba a quien la leyera que se trataba de un perro amigable y amable, sobre todo con los niños, pedía por un nuevo hogar con una familia amorosa, dado que su anterior dueño no podría hacerse responsable de su cuidado y pedía que lo ayudaran, cerrando la nota con un “gracias” de antemano, situación que conmovió a los ciclistas.
Con la triste historia del abandono de sus dueños, decidieron llevarlo al refugio Hope Rescue para brindarle los cuidados necesarios con la esperanza de encontrar una familia pronto. Fue acogido en el recinto aun cuando agosto fue el mes más activo en 19 años con la llegada de 157 perros, contó Sara Rosser, la gerente del lugar.
Señala que su llegada tuvo un efecto desgarrador en los presentes al ver el miedo que le tenía a las personas, seguramente por agresiones causadas en su anterior casa o las personas que encontró en la calle. Entiende que hay situaciones insostenibles con los animales que llevan a su abandono, pero hacerlo pone en riesgo su salud e integridad.

El personal del refugio consiguió ganarse la confianza del canino para hacerle sentir que estaba en un lugar seguro, puesto que apenas comió y no se movió de su asiento cuando llegó, incluso se hizo amigo de dos perros que le ayudaron mucho a sentirse tranquilo. Para la alegría de los ciclistas que lo ayudaron y el personal del refugio, la historia de Chase terminó en un final feliz al ser adoptado y compartir un hogar con dos lomitos.