Desde hace un par de años, la ley Kiara ha cobrado gran relevancia entre los defensores de los derechos de los animales en Colombia y el mundo. Esta legislación busca garantizar la seguridad y el bienestar de las mascotas que utilizan algún tipo de servicios como guarderías o peluquerías. Su propósito es establecer un marco regulatorio que proteja a estos animales, quienes son considerados parte integral de las familias.
El proyecto legislativo de la ley Kiara se enfoca en regular a los prestadores de servicios para mascotas, asegurando que cumplan con condiciones adecuadas y seguras. Entre los negocios que abarca esta iniciativa se encuentran guarderías, hoteles para animales, centros de educación y adiestramiento, así como peluquerías, grooming, spas y paseadores de perros.
Los animalistas en Colombia abogan porque estos servicios se brinden por profesionales capacitados que mantengan informados a los tutores sobre todo lo relacionado con la salud y seguridad de sus peludos. La ley Kiara no solo se centra en perros y gatos, sino también en otras especies como conejos, aves y roedores, reflejando un compromiso amplio con el bienestar animal.
Así fue como la perrita Kiara inspiró un proyecto de ley en Colombia
Este proyecto legislativo de los senadores colombianos tiene un emotivo origen, que se remonta a la experiencia de Camilo Jaramillo, un hombre que tenía una perrita de raza Boyero de Berna llamada Kiara. Ella asistía a una guardería donde la cuidaban y la sacaban a pasear.

Sin embargo, un día durante una de esas caminatas, la perrita de 9 años desapareció bajo la supervisión de dos cuidadores que estaban a cargo de una docena de perros en una carretera cubierta de maleza. Tras más de ocho horas sin noticias sobre Kiara, la empresa encargada del cuidado de la canina finalmente se comunicó con Camilo para informarle sobre su desaparición.
Esta situación generó una gran angustia en Camilo, quien no podía imaginar que su fiel compañera se perdería en medio de un entorno tan descuidado y peligroso. A pesar de los esfuerzos realizados para localizarla, no lograron encontrarla y el caso quedó sin esclarecer. La falta de responsabilidad por parte del servicio dejó al hombre y a otros dueños de mascotas con muchas preguntas y preocupaciones.

La historia de esta perrita se volvió viral, resonando entre muchas familias que también habían sufrido por omisiones similares en el cuidado de sus animales. Esto llevó al Gobierno de Colombia a reconocer la urgente necesidad de regular estos negocios que tienen bajo su responsabilidad la vida y el bienestar de las mascotas, impulsando así el desarrollo de la ley Kiara.