Los calores cada vez se hacen más y más fuertes, especialmente en las estaciones de primavera y verano, por lo que si ves que tu gato la está pasando mal, tal vez pienses que es buena idea darle un hielo de comer, sin embargo, esto podría no ser una buena idea.
Como humanos, somos muy afortunados, ya que cuando nos acaloramos, tenemos un eficaz sistema para regular nuestra temperatura y es mediante el sudor (que a veces puede ser incómodo), sin embargo, los felinos no pueden sudar como nosotros, ya que ellos sólo lo hacen a través de sus almohadillas, que, si lo piensas bien, son una pequeña superficie de su cuerpo.
De esta forma, cuando un gato siente mucho calor y quiere regular su temperatura, tienen que jadear y acicalarse, por lo que, como sus dueños, es nuestra responsabilidad propiciarles ambientes adecuados donde no sufran por el calor.
El hielo no le hace daños a los gatos, pero el frío sí
Ahora bien, puede que, entre las acciones para que no sufra por el calor, quieras darle hielo, y aunque no represente un riesgo por sí solo, pues se trata simplemente de agua congelada, no se trata de algo recomendable, pue, por lo fríos que están, pueden sufrir por el “congelamiento de cerebro”.

¿Alguna vez has comido helado o lamido una paleta de hielo y sientes que se te “congela el cerebro”? Bueno, con los gatos ocurre algo similar, y es que cuando el frío entra en contacto con el paladar, los vasos sanguíneos se contraen demasiado rápido, lo que ocasiona un intenso dolor en la cabeza: evitar cualquier incomodidad es la responsabilidad principal de todos los dueños, así que es mejor no darles los hielos congelados.
Por tales motivos, lo que puedes hacer es sacar los hielos del congelador y ponerlos en el cuenco de agua fresca de tu gato; esperar a que se derritan y ya darle el agua fría a tu mascota para que se refresque y no la pase mal.
¿Los gatos pueden comer helado?
Con el helado sucede lo mismo que con los hielos, pues el frío intenso podría ocasionarles dolor, incomodidad y molestias, así que es mejor evitarlo, pero también por la parte nutrimental, ya que suelen estar hechos con ingredientes no aptos para ellos que le pueden hacer daño.
En el caso de los helados caseros hechos especialmente para los gatos, hay que dejar que se les quite lo frío un poco, justamente para evitar el “congelamiento de cerebro”.
¿Cómo refrescar a mi gato con el calor?
Por otra parte, también puedes realizar otras acciones para refrescar a tu gato y que no la pase mal con el calor, además de ofrecerles agua enfriada con hielo, pues la hidratación será fundamental en este clima.
- Darle al gato un lugar fresco y con sombra para descansar.
- Evitar que el gato esté directamente en el sol.
- Mantener sus espacios ventilados.
- Cepillarlo periódicamente.

Pero bueno, ahora ya sabes que es mejor que un gato no coma hielo para el calor, pues podría causarle incomodidad, pero aún así, hay otras formas de mantenerlo fresco cuando las temperaturas se elevan.