Cuando pensamos en mascotas, las más populares suelen ser los perros y los gatos, por lo que muchas personas esperan que ambos animales se comporten igual, sin embargo, esto no es así y puede suceder que un felino parezca no escuchar a sus dueños, así que en este artículo te vamos a explicar por qué un gato no obedece cuando le hablas.
Para empezar hay que comprender dos cosas: los gatos no son animales gregarios ni jerárquicos, sin embargo, sí son sociables. Recordemos que los animales gregarios son aquellos que crecen en manadas (como los perros). Esto quiere decir que los gatos no siguen jerarquías, es decir, no tienen a un líder, pues no cuentan con un grupo.
La segunda cosa que hay que comprender es que, de acuerdo con el biólogo John Bradshaw, los gatos ven a los seres humanos como si fueran de su misma especie, es decir, como si fuéramos unos gatos muy grandes. Si juntamos estos dos puntos, podemos comprender que los gatos observan a los humanos como seres con los que comparten territorio y con los que son capaces de establecer vínculos significativos basados en su supervivencia.
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¿Qué significa que mi gato no me obedezca?
Ahora que comprendes cómo observan los gatos a los humanos, podemos pasar a explicar por qué no los obedecen. Como los gatos no siguen una jerarquía, no intentarán complacer a sus dueños. Es probable que esto se deba a que no exista un estímulo para ellos que les indique que, tras obedecer el llamado, recibirán una recompensa positiva.
Es decir, si existen situaciones o factores que ocasionen que el gato se encuentre perturbado, como por ejemplo, cambios en su rutina, traumas, violencia o carencias, es muy probable que no asocie los llamados con recompensas positivas. Es muy importante que si identificamos algo que lo perturbe, nos esforcemos en cambiarlo. Recuerda que son seres vivos que merecen amor, cuidado y respeto.
Por tales motivos, si un gato no obedece, no se recomienda que se utilicen los castigos, esto debido a que no podrá asociar el castigo con una acción, pero sí podrá asociar el castigo a una persona y, por tales motivos, comenzar a huirle.
¿Qué hacer si mi gato no me obedece?
Ahora bien, la mejor manera de educar a un gato y hacerlo que obedezca cuando lo hables es mediante el sistema de recompensas. Tienes que irlo condicionando a que, cada vez que le hables, le brindes algo que le guste, ya sea un premio (aunque no hay que excederse, por salud), una caricia, hablarle con voz suave o jugar con él.
Con el tiempo, irá asociando el llamado a una actividad que le gusta. Esto tiene que ver con lo que comentamos en la introducción, de que los gatos se relacionan con base en su propia supervivencia y crean vínculos significativos con aquellas personas que los ayudan en su bienestar.
Pero bueno, ahora ya sabes por qué un gato no obedece cuando lo hables y qué es lo que necesitas cambiar. Esperamos que este artículo te haya sido de mucha utilidad y no olvides seguirnos en Facebook para más información sobre gatos, perros y otras mascotas.