Los gatos tienen una personalidad curiosa y juguetona que los lleva a los sitios más inesperados, incluidos los de gran altura como árboles, muebles, incluso techos. Este comportamiento ya es un hábito común, pero si te preguntas, ¿por qué les encanta estar en lugares altos? Si no se te había pasado por la cabeza, te contamos qué pasa por la de tu mascota.

Para conocer el origen de muchas de sus acciones hay que tener presente la evolución y la adaptación que han vivido al entrar en contacto con los humanos hace miles de años y el trato que se mantiene hasta nuestros días. Contados hábitos se quedaron grabados en su ADN, resistiendo al cambio para formar parte de su personalidad.

Algunos comportamientos heredados son la caza, el constante y meticuloso aseo, marcar su territorio, la nocturnidad y, por supuesto, la habilidad de trepar a lugares altos donde puede ver el panorama completo. No es que tu mascota lo haga y observe por chismosa; tiene una respuesta más psicológica.

La razón por la que a tu gato le gustan los lugares altos

La razón de la conducta se debe a la supervivencia de sus antepasados, quienes se ubicaban en lugares altos como una estrategia que les permitía tener un panorama completo de su espacio con un mayor control de la situación.

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Al posicionarse en estos sitios, podría detectar presas potenciales y amenazas próximas, lo que permitía prepararse y actuar con antelación. Este comportamiento ha sido transmitido a los gatos domésticos que no tienen la necesidad de cazar, ni dormir con un ojo abierto por las amenazas, pero lo mantiene con el fin de observar el entorno.

Aunado a ello, los especialistas encontraron que los lugares altos les permiten manejar mejor los niveles de estrés y ansiedad al encontrarse en un sitio tranquilo que consideran propio. Son capaces de ver lo que ocurre a su alrededor, lo que brinda una sensación de protección y bienestar.

¿Cómo cuidar a un gato?

Los hábitos vigentes pueden hacerlos pelear con otros animales por los recursos existentes, pero no debe ser así. Es mejor brindarle las comodidades y atenciones necesarias para procurar su bienestar sin que se enemiste con la mascota del vecino.

  • Alimentación: proporciona un alimento de acuerdo con su edad, raza y nivel de actividad que incluya croquetas y comida húmeda, procura que siempre tenga agua fresca disponible y ubica sus platos en un lugar tranquilo.
  • Higiene: los gatos son animales limpios, pero requiere un cepillado con regularidad para eliminar el pelo muerto, cortar sus uñas, limpiar sus orejas con un paño húmedo y un baño cuando sea necesario.
  • Entorno: proporcionarle un arenero limpio y accesible, ubícalo en un lugar tranquilo, alejado de sus alimentos y límpialo con frecuencia. Proporciona juguetes para afilar sus uñas y estimular su mente.
  • Salud: programa chequeos regulares, completa su cartilla de vacunación y desparasitación. Si notas un problema en su salud o comportamiento, acude al veterinario.
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Por último, y lo más importante, dedica tiempo cada día para jugar e interactuar con él, lo que generará un vínculo fuerte de confianza y cariño que se reflejará en un comportamiento amistoso y tranquilo en el hogar.

Para finalizar, los gatos disfrutan mucho los lugares altos donde se sienten tranquilos y seguros. Si no cuentas con ellos o quieres evitar que se suba a los muebles, considera colocar repisas o los llamados gimnasios de pared, verás que tu mascota estará muy feliz y entretenida.

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