Es probable que hayas oído la equivocada creencia de que los perros pueden ver cosas que los humanos no, como espíritus, fantasmas o auras. Sin embargo, esta idea es simplemente un mito, ya que no existe evidencia científica que la apoye. Lo que sí es verdad, es que la visión de los caninos es bastante diferente a la de nosotros, pues está adaptada a sus necesidades como cazadores y rastreadores.

Es decir que los perros tienen una forma de ver el mundo que les resulta útil para su supervivencia. Su capacidad visual ha evolucionado para ayudarles en su papel en la naturaleza. Por lo tanto, es importante entender cómo realmente perciben su entorno.

En esta ocasión, te invito a descubrir más sobre lo que realmente pueden ver nuestros amigos peludos. Aprender sobre su visión nos ayudará a apreciar aún más a nuestros compañeros de cuatro patas y su forma única de experimentar el mundo.

¿Qué cosas ven los perros que los humanos no pueden?

Si en alguna ocasión has visto a tu lomito sentado junto a la ventana, observando con atención y con las orejas en alerta, es muy probable que haya captado algún objeto en movimiento que despertó su interés. Los perros están naturalmente diseñados para detectar cambios en su entorno, lo que les otorga una ventaja notable como cazadores. Según la Clínica Animal, estas criaturas cuentan con una mayor cantidad de células especializadas en captar movimientos rápidos, lo que les permite identificar objetos en movimiento con gran facilidad.

Créditos: Unsplash

Por otra parte, en el pasado, existía la creencia de que los perros solo podían ver en blanco y negro. No obstante, investigaciones más recientes han demostrado que, aunque su percepción del color es limitada, sí son capaces de ver en color. La Clínica Animal explica que los perros tienen una visión dicromática, lo que significa que pueden distinguir entre tonos de azul y amarillo, aunque enfrentan dificultades para identificar colores en el espectro del rojo y el verde. Esta diferencia se debe a la falta de ciertas células retinianas que permiten a los humanos apreciar una gama más amplia de colores.

Créditos: Unsplash

Las diferencias entre la visión canina y la humana no se limitan solo a la percepción del color. También hay una variación significativa en la agudeza visual. Mientras que un humano promedio tiene una agudeza visual de 20/20, los perros cuentan con una agudeza visual aproximada de 20/75. Esto implica que lo que un humano puede ver claramente a una distancia de 23 metros, un perro necesitaría estar a solo 6 metros para visualizarlo con claridad.

A pesar de esta limitación en la agudeza visual, los perros compensan con su impresionante visión periférica. Esta característica les permite detectar movimientos en un campo visual mucho más amplio que el nuestro. Así, pueden captar acciones y cambios a su alrededor sin necesidad de mover la cabeza.