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¿Cómo prevenir la displasia de cadera en gatos?

Descubre cómo puedes ayudar a prevenir la displasia de cadera y gestionar esta condición en tu gato para mantener su bienestar a largo plazo.
sábado, 25 de enero de 2025 · 18:16

La displasia de cadera es un trastorno ortopédico que afecta la movilidad de los gatos y que, aunque no es tan común en comparación con otras especies como perros o humanos, puede generar problemas de salud importantes. Esta afección, cuyo nombre proviene de la palabra griega que significa "malformación", se refiere a una disfunción en la articulación del rengadero que puede comprometer la capacidad de un felino para moverse libremente y con comodidad.

El diagnóstico y tratamiento oportuno de la displasia de cadera pueden marcar una gran diferencia en la calidad de vida del animal. Por lo tanto, es crucial que los cuidadores de gatos estén atentos a los signos y síntomas que puedan indicar un problema en el anca de sus mascotas, como dificultades para moverse o dolores en ciertas zonas.

El tratamiento de la displasia de cadera en gatos varía dependiendo de la gravedad de la afección y el momento en que se detecte. Desde la administración de medicamentos o el control de peso, hasta la intervención quirúrgica, hay diferentes maneras de abordar esta condición. La clave es la prevención, y para ello, es necesario contar con la información adecuada y una buena atención veterinaria. 

¿Qué es la displasia?

La displasia de cadera es una malformación hereditaria que afecta la articulación esférica que conecta el fémur con el rengadero del gato. En términos sencillos, esta articulación está formada por dos partes: la “bola”, que es el extremo superior del fémur, y la “cavidad”, que es una depresión en forma de copa situada en el hueso del anca. En un animal saludable, la cabeza femoral encaja perfectamente en el acetábulo, permitiendo que la articulación se mueva libremente. Esto le permite al felino realizar movimientos como saltar, correr, trepar y girar con facilidad.

En los gatos con displasia de cadera, la cabeza femoral y la cavidad no están alineadas correctamente, lo que provoca que la articulación no se mueva de forma fluida. Esta desalineación, conocida como subluxación, genera fricción entre las dos estructuras, lo que causa un desgaste progresivo. Con el tiempo, este roce puede hacer que el acetábulo se vuelva más superficial y que la cabeza femoral se aplane y deforme. Como consecuencia, la articulación pierde su estabilidad, lo que genera dolor y reduce la movilidad del animal.

Aunque no se conoce una causa exacta para la displasia de cadera felina, se cree que existe un componente genético involucrado. Razas como el Maine Coon, por ejemplo, son más susceptibles a desarrollar esta condición. Además, factores como la obesidad también pueden influir en el desarrollo de la enfermedad. El sobrepeso pone una mayor presión sobre las articulaciones, lo que aumenta el riesgo de daño y desgaste en el rengadero, acelerando así el proceso degenerativo.

¿Qué es una displasia de cadera en gatos?
Créditos: Canva

Así puedes cuidar la cadera de tus gatos

Para prevenir la displasia de cadera en los gatos, la clave está en mantener un peso saludable y promover el ejercicio adecuado. Según Ursula Krotscheck, profesora adjunta de cirugía de animales pequeños en la Universidad de Cornell, es fundamental evitar que el felino se vuelva obeso, ya que el exceso de kilos ejerce presión sobre las articulaciones. Asimismo, alentar al animal a hacer ejercicio ayuda a fortalecer los músculos que rodean el anca, lo que puede proporcionar un mejor soporte para la articulación y reducir el riesgo de lesiones.

Una forma de fomentar el ejercicio es a través del juego interactivo. Por ejemplo, puedes incentivar a tu gato a saltar sobre superficies altas para obtener su comida, o esconder el alimento en lugares estratégicos, como debajo de un sofá, para que tenga que agacharse para alcanzarla. Estas actividades no solo ayudan a mantener a tu mascota en forma, sino que también estimulan su mente y fortalecen sus músculos. Al mismo tiempo, los veterinarios pueden recomendar el uso de suplementos dietéticos que contengan glucosamina y condroitina, que son compuestos conocidos por apoyar la salud de las articulaciones.

Los medicamentos antiinflamatorios o con anticuerpos, como Librela, pueden ser útiles en algunos casos, especialmente si ya se han identificado signos de displasia de cadera. También existen opciones quirúrgicas para aliviar los casos avanzados de este padecimiento. Sin embargo, es importante que cualquier tratamiento sea supervisado por un veterinario.

¿Cómo prevenir la displasia de cadera en gatos?
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Síntomas de displasia de cadera en michis

Los signos de displasia de cadera en los gatos suelen ser sutiles al principio, pero a medida que la afección progresa, pueden volverse más evidentes. Algunos de los síntomas más comunes incluyen cojera o dificultad para caminar, especialmente después de realizar actividades físicas. Los felinos afectados también pueden evitar realizar ciertas actividades, como saltar o correr, debido al dolor. Sumado a lo anterior, es posible que el animal muestre incomodidad o dolor si se toca la zona, o que se lama o muerda de manera persistente el área afectada.

El diagnóstico definitivo de la displasia de cadera generalmente se realiza mediante radiografías, que permiten al veterinario evaluar la articulación y determinar si existe un grado de desalineación o desgaste. Si sospechas que tu mascota podría estar padeciendo esta afección, es importante consultar a un veterinario lo antes posible para recibir un diagnóstico adecuado y comenzar con el tratamiento necesario. Detectar este padecimiento en sus etapas iniciales puede marcar la diferencia en la calidad de vida del felino y en la efectividad del tratamiento.

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