Mi perro fue envenenado ¿qué hago?

El envenenamiento de una mascota es uno de los peores escenarios que un tutor puede enfrentar. La sensación de impotencia y desesperación ante una situación como esta es indescriptible, ya que no solo se trata de la salud de tu peludo, sino de su vida entera. 

Un perro envenenado puede experimentar dolor extremo y, si no se actúa a tiempo, la situación puede volverse fatal. Por ello, es fundamental estar preparado y saber cómo reaccionar ante una emergencia de este tipo, ya que los minutos cuentan y un manejo adecuado puede marcar la diferencia entre la vida y la muerte de tu fiel compañero.

Conocer las señales de intoxicación y saber qué pasos seguir, te permitirá ponerte en acción de forma correcta y, en muchos casos, salvar la vida de tu mascota. A continuación, te explico los síntomas más comunes que indican que tu perro ha ingerido veneno y cómo debes proceder ante esta situación tan crítica.

Síntomas de que tu perrito fue envenenado

Los síntomas de envenenamiento en un perro pueden aparecer rápidamente o a los pocos minutos de que el animal haya ingerido una sustancia tóxica. Estos se caracterizan principalmente por signos neurológicos, como agitación, espasmos musculares y rigidez, que a veces pueden estar acompañados de convulsiones. También es común observar salivación excesiva o la presencia de sangre en el vómito o las heces de tu mascota.

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Además de estos síntomas, si tu perro comienza a vomitar con frecuencia, presenta debilidad generalizada, dolor abdominal o muestra una falta de apetito, es posible que haya estado en contacto con algún veneno. En muchos casos, los caninos afectados por sustancias tóxicas pueden mostrar una rápida desmejoría en su comportamiento, por lo que es crucial estar atento a cualquier cambio y actuar rápidamente si se sospecha envenenamiento.

¿Qué hago si envenenan a mi perro?

Lo primero y más importante es buscar atención médica veterinaria de urgencia. En estos casos, el tiempo es un factor determinante, por lo que debes actuar lo más rápido posible. Aunque algunas personas recomiendan inducir el vómito en casa, esta puede ser una práctica peligrosa. Si el veneno ha llegado al esófago de tu perro, forzar el vómito podría agravar la situación e incluso acelerar el deterioro de su salud.

Lo mejor es proporcionarle agua de inmediato, lo cual puede ayudar a diluir el veneno, y administrar carbón activado si tienes acceso a él, este ayudará a encapsular las toxinas y prevenir que sigan circulando por el cuerpo de tu perro. Esta medida puede tomarse mientras te diriges al veterinario.

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Por último, es recomendable llevar al veterinario cualquier muestra del veneno que puedas encontrar, pero ten mucho cuidado al manipularlo. Utiliza guantes para evitar contacto directo con la sustancia peligrosa. Asimismo, es importante que la policía sea notificada lo antes posible en caso de envenenamiento intencional. Si vas acompañado de otras personas, asegúrate de que alguien se quede en el lugar hasta que lleguen las autoridades y se pueda proceder a eliminar cualquier tóxico restante de la zona.