Un collar isabelino, también conocido como “collar de la vergüenza", es un dispositivo que se coloca alrededor del cuello de un perro o cualquier otro animal para evitar que se autolesione. Su forma cónica evita que la mascota alcance cualquier parte de su cuerpo, como heridas, puntos de sutura o vendajes, protegiendo así la zona afectada.
Este artefacto es fundamental para prevenir que nuestro animal empeore su condición médica. Al evitar que se lama o muerda una herida, se reducen las posibilidades de infección y se facilita la recuperación. Asimismo, el collar isabelino también puede ser útil para controlar comportamientos no deseados, como rascarse en exceso o morder objetos.
A pesar de todos los beneficios que el “collar de la vergüenza" aporta a nuestra mascota cuando sufre de alguna lesión o cirugía, este accesorio suele ser incómodo y puede resultar estresante para nuestros peludos. Por eso, en las siguientes líneas te enseñaré cómo hacer un collar isabelino casero para tu perro o gato, de una manera sencilla y económica.
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Paso a paso para hacer un collar isabelino para perro
Para hacer un collar isabelino que resulte más cómodo para tu perro en casa, necesitarás:
- Un tubo flotador de espuma para alberca
- Un bisturí
- Una cuerda
PROCEDIMIENTO
- Primero, con la ayuda del bisturí, corta el tubo flotador de espuma para alberca en pedazos iguales.
- Luego, introduce la cuerda en el agujero que quedó en cada uno de los cachos de flotador.
- Después a cada parte del flotador pégale otro pedazo encima.
- Por último, ajusta el collar al tamaño adecuado, asegurándote de que quede cómodo pero seguro para tu perro.
¿Qué se puede usar en vez de collar isabelino?
Además del tubo flotador de espuma para alberca, existen otras opciones caseras que pueden funcionar como collar isabelino para tu perro o gato. Por ejemplo, puedes utilizar un cono de cartón, una camiseta vieja o incluso un collar inflable. Lo importante es asegurarte de que el dispositivo sea lo suficientemente grande para evitar que tu mascota alcance la zona afectada, pero lo suficientemente cómodo para que pueda moverse con normalidad.
Para finalizar, recuerda siempre consultar con tu veterinario antes de realizar cualquier cambio en el tratamiento de tu mascota y asegurarte de que el collar isabelino casero sea seguro y cómodo para tu peludo amigo.