La lealtad de los perros realmente no tiene límites y el caso más claro de esto es el del perro Hachiko, quien esperó durante años a su dueño que ya había fallecido. Justamente, algo así sucedió con este perro que murió esperando a la persona que más amó en la vida.

Hay quien dice que los perros no tienen memoria y olvidan todo, sin embargo, esto no es cierto, ya que lo que ocurre con ellos es que su memoria es asociativa, es decir, van asociando las cosas con experiencias, de forma que si una persona es muy buena con ellos, los asocian con la bondad y el bienestar, por lo que siempre vivirán en su memoria.

Justamente por eso se da el caso de perros que se quedan esperando durante toda su vida a sus dueños cuando fallecen, o, más triste aún, cuando son abandonados a su suerte en la calle o en albergues.

La historia del perro que esperó 12 años a su dueño fallecido

Esta historia comienza precisamente en las calles, en la ciudad costera de Yalta, del país de Crimea. Dicho lugar se caracteriza por tener inviernos ligeros, otoños largos y veranos calurosos, el clima propicio para desarrollar una amistad.

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Hace 13 años, un hombre que se dedicaba a trabajar como salvavidas, decidió adoptar a un perro que vivía en el muelle, o, mejor dicho, comenzó a jugar con él y a tratarlo bien todos los días, pero no se lo llevó a su casa y lo dejó viviendo ahí.

Los vecinos y asistentes frecuentes del lugar podían verlos muy divertidos y unidos con regularidad; sin embargo, un día, el salvavidas simplemente dejó de aparecer y, como nadie supo más de él, asumieron que había muerto. Ante esto, el perro lo siguió esperando en el mismo muelle donde fueron felices juntos.

Y así pasaron los días, las semanas, los meses y los años, y año tras año, el perro se mantuvo ahí, esperando la caricia de alguien que ya no se la podía dar. Durante todo este tiempo, el perro se ganó el corazón de las personas que frecuentaban el muelle, quienes lo alimentaban, lo acariciaban y decían que era muy inteligente y amigable; aunque esto lo llegó a hacer feliz, él nunca dejó de posarse en el muelle y observar al horizonte, como esperando a que el salvavidas regresara con él.

El perro recibió el nombre de Mukhtar, quien, tras doce años con la rutina que describimos, falleció, seguramente por causas naturales, ya que los perros suelen vivir justamente esa cantidad de años. Esto es algo que nunca sabremos, pero quizás en el más allá se reencontró con el salvavidas al que esperó durante tanto tiempo.

¿Por qué los perros son leales?

Como lo mencionamos, los perros suelen ser muy leales con las personas que los tratan bien, ya que comprenden que esas personas forman parte importante de su supervivencia al proveerles todo lo que necesitan para una vida llena de bienestar.

De igual forma, hay otros factores que influyen en su lealtad, por ejemplo, son animales gregarios, es decir, tienen la necesidad de pertenecer a una manada y estar bajo su cobijo y protección, además de su jerarquía; las manadas modernas de los perros pueden estar integradas por miembros de otras especies, como los humanos.

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La historia de Mukhtar, el perro que murió en el mismo lugar esperando a su dueño fallecido, nos demuestra la permanencia que puede haber en la memoria de un perro si alguien ha sido muy bueno con ellos, así que hay que tratarlos lo mejor que podamos.

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